“Y agregó: Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre” (João 1,51).

Mis hermanos, hoy estamos en fiesta, conmemoramos los Arcángeles San Gabriel, San Miguel y San Rafael. La Iglesia nos presenta la fiesta de los Arcángeles para que nosotros podamos mirar para la Sagrada Escritura y para reconocernos también este misterio de los ángeles, de Arcángeles que cuidan de nosotros.

Los Arcángeles aparecen en la Sagrada Escritura: Miguel, en el Libre de Daniel, en el Apocalipsis; Gabriel , en el Evangelio de Lucas; y Rafael, en el Libre de Tobias. Los Arcángeles tuvieran sus papeles fundamentales, cada uno tuvo su papel fundamental ayudando en la historia de la salvación.

Miguel (¿Quién como Dios?); Rafael (cura de Dios); Gabriel (fuerza de Dios).. Estos Arcángeles participaran en determinados momentos de la Sagrada Escritura, participaran y participan hoy. Muchos hicieran su Cuaresma de San Miguel, muchos hicieran ese tiempo fuerte de oración, pidiendo la intercesión del ángel o de los Arcángeles; y, de hecho, es eso. La Iglesia enseña que nosotros podemos contar con la gracia de Dios, podemos contar con la gracia de la intercesión de los Santos, podemos contar con la intercesión de los Arcángeles. ¡Podemos pedir tu intercesión!

La misión de los Arcángeles también es nuestra misión aquí en la tierra

Y la parte del Evangelio, que he leído para ti, fue lo de encuentro que Jesús tuvo con Nathanael. Nathanael quedo admirado porque Jesús lo conocía sin aún tener contacto con él: “¿Yo te vi debajo de la higuera?”. Nathanael quedo impresionado, y, después, Jesús concluye: “Mira, pero u caminando conmigo, vas ver cosas mayores. Vas ver el cielo abierto y el Hijo del Hombre y los ángeles subiendo y bajando”. Para decir así: que los ángeles subiendo y bajando, son estos también que interceden por nosotros, que están ahí para interceder, para traer las gracias a nosotros, pero también para llevar nuestros pedidos a Dios. ¡Podemos contar con ellos!

¿Quién como Dios? Dios quiere curarnos, Él es nuestra fuerza, podemos contar con la intercesión de los Arcángeles. Y, cuando reflexionamos sobre la presencia de ellos entre nosotros, pidamos la gracia también de sernos ángeles en la vida unos de los otros.

Que tu sea un ángel y apunte para las personas, que están a tu lado, el camino del Cielo, el camino de la eternidad. La misión de los Arcángeles también es nuestra misión aquí en la tierra. Contemos con la intercesión de ellos, pero también seamos ángeles en la vida unos de los otros.

La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!