“Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre” (Jn 10, 18).

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Nosotros estamos en el Domingo del Buen Pastor, y, ¿qué significa el buen pastor dentro de la dinámica bíblica? Justamente eso, el pastor que cuida de las ovejas, que se desdobla para que ella sea bien cuidada, para que ella no se pierda. ¡Si ella entra en peligro, porque la oveja es llevada, hacer cosas que deja el pastor de cabeza en pie! Ella huye, y él tiene que correr atrás, traer de vuelta, y Jesús es este Buen Pastor. ¿Para decirnos lo que es? Para decirnos que la salvación es para todos.

¿Cuantas veces tu incluso te has sentido excluido de la salvación de Dios? Porque, muchas veces, tu luchas, luchas y lucha para salir de un determinado pecado, y tu no consigues, y tu incluso ya has desistido de tu vida, y no quiere más recurrir los caminos del Señor, porque tu ya hizo de todo, ha confesado, haz el esfuerzo para mantener fiel y no ha conseguido.

Tu incluso puedes no creer más en ti, pero el Buen Pastor cree, porque Él ha venido para ti, Él no ha venido para te condenar, y aún que tu estes en el peor pecado, no hay pecado que Jesús no pueda perdonar si te arrepientes. ¿Cuál es la función del Buen Pastor, que es el propio Cristo? Curar las heridas que el pecado causa en mí y en tu corazón.

Deja el Buen Pastor guiarte, llevarte para los caminos de la salvación, de la vida eterna

Por eso, mi hermano, mi hermana, quiero invitarlo a dejar el Buen Pastor guiarte, llevarlo para los caminos de la salvación, de la vida eterna, porque, mi hermano, del contrario, ¿qué va ocurrir con nosotros? Nosotros vamos ser objeto facil del enemigo de Dios. Aquí, en el Evangelio, habla del lobo: que ataca las ovejas. Jesús quiere protegernos de estos lobos feroces, que son nuestros pecados. Pero quiero decirte, hoy, como sacerdote, que también tengo el deber de ser un buen pastor, de dar la vida por la oveja, diciendo para ti: Si es necesario, Jesús iba dar nuevamente la vida por ti.

Como sacerdote, en cada Eucaristia que yo celebro, yo celebro en esta intención de que tu sea alcanzado por la salvación que Dios ha venido traernos por medio de Jesús. Hoy, yo soy sacerdote, porque yo tuve la gracia de experimentar la bondad del buen Pastor. ¿Y por que permanezco en estos 23 años caminando al lado de este Buen Pastor? Porque yo siento que soy cuidado por Él. Tu necesitas sentir cuidado por ese Dios que nos ama profundamente. Por eso, mi hermano, mi hermana, no dejes las tentaciones del mundo quitar de tu corazón esta seguridad: Dios cuida de ti, Dios es cercano de ti, Dios no te abandona, por eso puedes hacer la experiencia, todos los días, de resucitar con Él.

¡El tiempo pascual es ese tiempo propicio de todos los días! Y nosotros tenemos esta seguridad de que el Buen Pastor, que da la vida por sus ovejas, nos resucita de nuestra vida vieja y de nuestro pecado. Quiero pedir a Dios esta gracia para ti en este día, en el día del Buen Pastor, que tu hagas la experiencia de Su amor y de Su misericordia, porque quien hace la experiencia del amor y de la misericordia encuentra en Dios tu seguridad, encuentra en Él confianza, y la oveja que se da cuenta de eso en el pastor, dejase ser guiada por Él.

Seamos guiados por el Buen Pastor, que es el Cristo. Que Él nos llena de alegría y de la seguridad de que somos amados por el Padre, el Padre de las Misericordias, el Buen Pastor.

Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!