“Y mientras Jesús les anunciaba la Palabra, cuatro hombres le trajeron un paralítico que llevaban tendido en una camilla. Como no podían acercarlo a Jesús a causa de la multitud, levantaron el techo donde él estaba y por el boquete bajaron al enfermo en su camilla” (Marcos 2,2-4).

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Mira el tamaño de la fe de este hombre, no existe obstaculo para aquel que cree en Jesucristo. Porque nuestro Dios es el Dios del imposible. Pero el Dios del imposible no realiza nada, si yo y tu no realizamos lo que es posible, sin embargo sea muy exigente realizar nuestro posible.

Mira, no fue facil para estos cuatro hombres, nos habla la Palabra “quitar el tejado” aquella casa. He quedado imaginando el dueño de aquella casa, el prejuicio, el daño físico, pero eso no fue mayor que aquello que era necesario ser hecho en la vida de aquel hombre. “Ellos quitaron el tejado”; los tejados eran el limite de la casa, simbolo de algo que ya esta listo, que ya esta cerrado, encerrado y concluido, pero es en este momento que Dios llega, porque, cuando nosotros menos imaginamos, Dios interviene.

Entonces, hoy, quería decir para ti que no existe nada cerrado, encerrado o concluído, porque Dios puede cambiar todas las cosas, Él puede cambiar las sentencias, puede cambiar diagnosticos, puede cambiar resultados, pues nuestro Dios es el Dios del imposible.

Nos habla la Palabra que ellos abrieron el techo. Porque, en realidad, el cielo ya estaba abierto — con la encarnación, estamos comenzando este año, vivenciamos la llegada del Señor en nuestro medio —, la encarnación del Verbo de Dios abrió el cielo. Entonces, no es solo el techo que se abrió, en realidad, ese “techo” es simbolo del cielo abierto, el cielo que fue abierto por JEsús para cada uno de nosotros, confirmado en Su bautismo y de donde ahora Él puede derramar Sus gracias y Sus bendiciones sobre nosotros.

Talvez, hoy, sea necesario abrir mano de algunas cosas para que la salvación llegue hasta tu corazón

La Palabra nos habla que el paralitico fue cargado por cuatro hombres; son los portadores para la gracia, son los amigos que llevan la presencia de Jesús. Tenemos que alabar a Dios aquellas personas que fueron canales de la gracia, canales para llevarnos a la gracia, para guiarnos a Jesucristo. Puede ser un sacerdote, puede ser un familiar, un amigo, una persona de la parroquia, de la comunidad, del grupo; puede ser alguien que inesperadamente apareció en nuestra vida y trajo el nuevo de Dios para nosotros. ¡Que cosa maravillosa!

“Ellos lo llevaran donde Jesús estaba”. Que bueno que ellos llevaran donde Jesús estaba, porque existen muchas personas que nos llevan donde Jesús esta. Tal vez, en tu vida, tu ya has llevado, muchas veces, para lugares donde Jesús no estaba, buscando una sanación, la solución de un problema, donde Él no estaba.

Pero, hoy, estos hombres llevaran ese paralitico a Jesús, a la salvación, Aquel único capaz de solucionar toda tu vida. No solo un problema, no solo una sanación, pero el perdón de los pecados y la restauración de la vida. Una vía no ordinaria de hacer llegar a las personas a Jesús.

Muchas veces, somos muy cerrados en nuestros métodos y aquellos cuatro no adoptaron un método muy ordinario: abrieran el techo. Nosotros, que somos evangelizadores, tenemos que tener eso en el corazón. Muchas veces, nuestros métodos y estrategias no funcionan porque estamos cerrados en ellos, pero tenemos que dejar Jesús entrar en nuestros métodos y estrategias, para que las personas experimenten el Señor.

Como dije, hubo un prejuicio con aquella abertura de techo, pero aquel hombre fue salvo. Tal vez, hoy, sea necesario dejar de lado algunas cosas, para que la salvación llegue hasta tu corazón. ¡Tu no puedes perder Jesús! Tal vez, tu puedas incluso perder bienes materiales, pero la salvación no. ¡Tu no puedes perder el cielo porque l salvación es para todos nosotros!

Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!