“Entonces Jesús les abrió el entendimiento a los discípulos para que comprendieran las Escrituras. Y les dijo: «Así está escrito: el Cristo padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se anunciarán la conversión y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas»” (Lucas 24, 45-48).
Se manifiesta en la comunidad
Mis hermanos y mis hermanas, en este Jueves de Pascua, el Evangelio según San Lucas nos lleva a un momento profundamente significativo y transformador para los discípulos de Jesús.
Después del encuentro con Jesús en el camino de Emaús, los discípulos se reunieron con los demás y, juntos, comenzaron a experimentar el misterio de la Resurrección.
Quisiera destacarles algo importante de este Evangelio: «Es en la comunidad donde Jesús se manifiesta».
Es decir, necesitamos quitar de nuestro corazón todo aquello que pueda llevarnos al individualismo, al egoísmo y aquello que pueda causar en nuestro corazón un cierto orgullo. Por eso, mis hermanos, Jesús se manifiesta en la comunidad.
La resurrección comienza en la comunidad y, desde esa comunidad, somos invitados a llevar a otras personas el deseo de conversión, el deseo de salvación y el deseo de la vida eterna.
Jesús se presenta nuevamente a los discípulos y revela, con palabras y gestos, la verdadera naturaleza de Su resurrección y el propósito de Su misión.
Este Evangelio nos invita a reflexionar sobre la paz y la misión que la resurrección de Cristo nos trae.
Jesús resucitado nos llama a una nueva comprensión de su obra y nos envía a ser testigos de su victoria sobre la muerte; es lo que dice aquí al final de este Evangelio.
“En su nombre se anunciarán la conversión y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas.”
¿Cuál es la misión de este Jueves de Pascua?
Es anunciar: ¡Cristo ha resucitado!
No podemos guardar esto para nosotros. Es necesario llevar a otros esta conversión y salvación. Y la prueba de la resurrección es que Jesús resucita en su cuerpo glorioso y Él se manifiesta a los discípulos mostrando sus llagas gloriosas para decir: Él resucitó como dijo, y Él está vivo entre nosotros.
Seamos testigos de esta resurrección en la vida de aquellos que Jesús ponga en nuestro camino.
Que Dios nos dé fuerza, y que el Espíritu Santo nos inspire a anunciar con audacia y con parresia.
¡Que el Espíritu Santo pueda darnos fuerza y coraje y que Dios nos bendiga en el Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!
