“El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo” (Lc 1, 28)
celebramos, hoy, la gran Solemnidad de la Anunciación del Arcangel Gabriel a Nuestra Señora. En realidad, Gabriel es el mensajero de Dios, es aquel que va llevar la Buena Nueva al corazón de María.
María es la sierva, es el tiemplo y el lugar donde Dios va ser morada, donde Él va habitar em medio de los hombres. María es aquella tienda que abre para, allí, ser el lugar de la morada del Señor. ]
Hoy, celebramos la unión del Cielo con la Tierra, del divino con el humana. Es Dios quien entra em el universo de la existencia humana para ser uno de nosotros. Es por obra y acción del Espíritu Santo que el misterio sagrado se realiza entre nosotros.
Cuando contemplamos el misterio de la encarnación, cada uno de nosotros puede sentir visitado por el Ángel como María, cada uno de nosotros puede sentirse querido y amado por Dios.
El ángel que fue visitar María no trajo la Buena Nueva solo para Ella, y sí para toda la humanidad. El ángel que fue al encuentro de Ella esta viniendo a anunciar a toda la humanidad que una de nuestras, una Mujer de nuestro medio, una Madre de nuestro medio, una sierva del Señor fue elegida y designada para traernos el Salvador de nuestra humanidad. ]
Dios se hizo humano para que nuestra humanidad llegue hasta Él. Dios se hizo humano para que nuestra humanidad sea nuevamente dignificada, porque ella fue descartada, humillada; fue totalmente desfigurada por la maldad del pecado. Nuestra carne fue estropeada y corrompida y, en María, por acción de Dios en la vida de Ella, nuestra humanidad es nuevamente salva y redimida.
El ángel que fue visitar María no trajo la Buena Nueva solo para ella, y sí para toda la humanidad
María es la primera salva y redimida, es em ella que Dios hace Su habitación y Ella se convierte templo radiante de la gracia, llena de la gracia, llena del amor divino, en Ella ya no hay más ningún espacio para el pecado, solo la plenitud de la gracia que esta en Ella y, por eso, la saludamos llena de la gracia.
Comprendemos y miramos para Aquella que fue concebida sin pecado porque, ahora, Ella concibe el Salvador, el cordero de Dios, aquel que quita el pecado del mundo.
¡Que día bello para toda la humanidad, que día para todo el Universo aplaudir, que día para un estruendoso cántico de gloria en el más alto de los Cielos!
Hoy, rompemos com el silencio de la Cuaresma, interrompemos todas las practicas de ayuno y de penitencia para darnos gloria em el más alto de los Cielos, por todo el Universo, por tamaña maravilla y gracia, por tamanã beneplacito, por tamaña bondad, por tamaña acción misericordiosa de Dios. Hoy, la salvación entro em el seno de la humanidad, María se abrio toda para Dios y la humanidad es salva en el vientre de Ella.
¡Dios te bendiga!
