“Sed misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. No juzgues y no vas ser juzgados. no condenes y no vas ser condenados. Perdonar y vas ser perdonados. Dad y sera dado” (Lucas 6, 27-38).

No es estrategia

El Evangelio hermanos y hermanas, habla de un amor que vá más allá de lo que es común. No se trata de una estrategia para ser mejor que los demás, pero de una elección que cambia la lógica de nuestras relaciones, nuestra forma de relacionarnos unos con los otros.

Aquí, hemos visto que la misericordia es presentada como la línea fundamental del discípulo de Jesús. ¿Y que fue dicho? “Sed misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso”. Por lo tanto, quien practica el bien, especialmente en situaciones muy difíciles, recibe abundancia, pues la medida de Dios es siempre mayor que la medida humana, es siempre mayor que la lógica humana.

Palabra de Dios, que tu vida sea pautada por la obediencia

Ayer, hablabamos de la experiencia de abandonarse a la Providencia Divina que guía todas las cosas. Hoy, nosotros somos invitados a invertir la lógica de este mundo para ponernos delante de la lógica de Dios, que nos pone en comunión unos con los otros a partir de la escucha de la Palabra, a partir de la obediencia al Evangelio.

Que tu vida sea pautada por la Palabra de Dios, que tu vida sea pautada por la obediencia y por el seguimiento. Sigamos Jesús, y la Palabra de Él guiará, constantemente, nuestra misión en nuestra familia, en nuestro trabajo, donde estamos.

Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!