“Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo” (Mt 16, 18-19)

Jesús esta hoy entregando las llaves del Reino de los Cielos a Pedro, sus discípulo, su discípulo, su apóstol, cercado de debilidades, pero el hombre que profesa su fe en Jesús como el Mesías, como Señor y Salvador.

Dios confía en nuestra debilidad humana y la fortalece con el poder de su oración. Él confía en la debilidad de los hombres que están delante de su Iglesia, porque la fuerza no viene de los hombres, la fuerza viene de Dios que guarda y protege lo que es tuyo.

Hoy, celebramos dos columnas de la Iglesia: Pedro y Pablo, hombres esenciales para el anuncio del Evangelio, pero no son impredecible, porque el único imprescindible es Dios.

Dios elige hombres, generalmente cercados de debilidades, para realizar esta misión, como es el caso de Pedro y Pablo.

Pedro, era un discípulo apasionado por el Maestro, pero cercado de debilidades cuando negó a Él, cuando titubear y fallar. El Pablo persiguió, que había una mente cerrada, pero que se permitió caer por Tierra y el Evangelio lo convirtió.

Que Dios conceda su Iglesia en los días de hoy caminar en la firmeza y en la unidad

Pedro es esencial para la unidad de la Iglesia y Pablo fundamental para la expansión de la Iglesia por toda la Tierra. Los dos fueron las columna primeras de la Iglesia Primitiva que nace sobre Cristo Jesús, la piedra fundamental.

La Iglesia, presente en todo el mundo, necesita del espíritu de Pedro y Pablo. La Iglesia necesita de Pedro para se conservar unida en una única fe, en un único bautismo y en único Señor que es nuestro Señor y salvador Jesucristo. Pedro es para nosotros la señal de la unidad de la fe, en un mundo confuso, de muchas ideas confusas, de muchos “dije y no me dije”, tenemos en la imagen de Pedro, nuestro primero papa, aquel que nos da la seguridad de una unicidad de la fe, aún que tenga varias, visiones y sentimientos diferentes, pero la fe es única.

La importancia que tiene la imagen del papa, pero aquí el papa que es sucesor de Pedro, hoy se llama Francisco no es la imagen de él, pero aquello que él representa y la autoridad que fue dad a él.

La importancia que tiene el padre en su iglesia, el obispo en su diócesis es la importancia que tiene el papa para la unidad de la fe. La importancia de caminar juntos. El elemento fundamental de la fe no son los dogmas, pero la comunión. Muchas veces estamos peleando por creencias, dogmas, valores y nos olvidamos del valor esencial que es la comunión.

La comunión con Dios, la comunión entre nosotros ocurre por la comunión de la unidad de la fe. Pedro es para nosotros imagen de nuestra comunión con Dios, nuestra comunión entre nosotros, nuestra comunión de fe.

Hoy, necesitamos tener mucha comunión con nuestro amado papa Francisco, elegido por Dios para los tiempos difíciles que vivimos, donde muchas veces voces contrarias y divergentes, no es que no pueden pensar distinto del papa, pero son voces que quieren ponernos en dirección contraria de aquel que es para nosotros el símbolo, la señal, la imagen de la unidad de la fe.

Que Dios nos de la gracia como concedió su Iglesia en medio a muchas tempestades, vientos y situaciones en dirección contraria, pero la Iglesia permaneció segura en Cristo Jesús.

Que Dios conceda su Iglesia en los días de hoy caminar en la seguridad y en la unidad. Dios bendiga inmensamente nuestro amado papa Francisco, Viva San Pedro y San Pablo. Viva la Iglesia del Señor.

¡Dios te bendiga!