“Y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida” (Lucas 12, 36).
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Hermanos y hermanas, el Evangelio nos habla sobre el tema de la vigilancia, y hemos percibido, en estos días, cuánto Jesús se ha preocupado en quitar nuestra atención de las cosas de este mundo. Ahora, el Señor nos está hablando de que es necesaria la vigilancia, pues Él está próximo a volver.
Letargo Espiritual
Canção Nova (Canción Nueva) fue creada por Dios, inspirada en el corazón de monseñor Jonas Abib, para preparar a un pueblo bien dispuesto para Su segunda venida. El Padre Jonas comprendió, verdaderamente, este tema de la vigilancia que el Evangelio hoy nos propone.
Es una enseñanza frecuente, hermanos míos, que Jesús hace a cada uno de nosotros, de no perder de vista lo que Él enseña a Sus discípulos, que somos nosotros, a vigilar y a orar para no caer en la tentación. Por eso Jesús usa las parábolas para mostrar una fiesta de bodas donde un novio está llegando y va a tocar a la puerta, pero necesitamos estar atentos. Y Jesús hace recordar las parábolas de las 10 vírgenes prudentes e imprudentes, y también el sueño de Pedro, Tiago y Juan en el Huerto de los Olivos, que no fueron capaces de velar con Jesús; y las vírgenes prudentes, pensando que el novio demoraría, no tenían aceite suficiente y se quedaron atrás.
Hermanos míos, existen algunos símbolos importantes también: cinturones ajustados, lámparas encendidas, que indican prontitud y permanencia a los mandamientos del Señor. Jesús apunta a una vigilancia espiritual, una actitud importante para el cristiano: vigilancia espiritual.
Nosotros somos hombres carnales, pero también somos hombres espirituales, y el propio Pablo nos dice que nuestra lucha no es contra aquello que nos rodea en este mundo, las cosas visibles, sino aquello que es invisible, los tronos, los poderes, las potestades, los enemigos de Dios que son aquellos que fueron derrotados por San Miguel Arcángel, aquellos que fueron precipitados al infierno, los ángeles caídos, es contra ellos que Jesús nos está alertando.
Y por eso el letargo espiritual hace perder el sentido de la vida actual, pero también de la vida futura, que es la vida eterna. Estemos vigilantes, orantes, para permanecer en la voluntad de Dios y no caer en la tentación, porque el Novio está próximo a llegar, y que, cuando Él llegue, pueda encontrarnos en prontitud y en permanencia en la voluntad de Dios.
Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!
