En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “A lo largo del camino proclamen: ¡El Reino de los Cielos está ahora cerca! Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos y echen los demonios. Ustedes lo recibieron sin pagar, denlo sin cobrar” (Mt 10, 7-8).
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Mis hermanos y mis hermanas, tiene una bella expresión en italiano que explica muy bien el comienzo de este Evangelio. Desgraciadamente, en portugués, nosotros traducimos: “en vuestro camino”, pero hay una expresión en italiano que nos habla: “strada facendo”, que quiere decir literalmente: “haciendo el camino”, es decir, “Estando en camino”.
Es importante decir eso porque ese nombre “camino” fue el nombre con el cual los cristianos de las primeras comunidades fueron identificados. Los seguidores de Jesús eran llamados de “seguidores del camino”, porque este camino era identificado con la persona de Cristo.
Entonces, cuando el Autor Sagrado nos habla que nosotros, durante el camino, es decir, en camino, el seguimiento debe ocurrir dentro de la vida de Cristo. Nadie puede seguir Cristo en la orilla del camino, fuera del camino, es decir, fuera de lo que es la vida de Cristo, su estilo de vida, Sus valores. Nadie puede decir que es cristiano si no seguir el camino del Señor, caminar otros caminos.
Mientras seguimos con el Cristo, vamos desprendiendonos de todo lo que no pertenece a Él
El otro aspecto que la traducción italiana nos ayuda es que Cristo no parte de un discípulo perfecto y listo, es “en camino”, “haciendo el camino”.
Ayer, nosotros hemos vistos, en el Evangelio, la lista de los Doce; todos los Doce débiles, limitados y pecadores. Entonces, “strada facendo” quiere decir que, mientras camino con Cristo, Él me cura, me libera de los pecados, conviérteme y sálvame.
Jesús no espera que nosotros esté bellos y santos, listos para llamarnos a Su seguimiento, Él va realizando esta obra a lo largo del camino, paso a paso, en el camino. Por eso que muchos usan esta expresión: “Estoy en el camino hace muchos açnos”, porque es un camino, no llegamos aún en nuestra meta, estamos recurriendo este camino con el Señor. Por eso, mientras caminamos con el Cristo, vamos desprendiéndonos de todo lo que no pertenece a Él.
Judas y Juan eran amados con el mismo amor de Cristo, la diferencia es que Juan siguió con Cristo, pero Judas hizo un camino paralelo, y su fin fue trágico,fue dramático. Entones, no podemos caminar en nuestra vida sin Cristo, aún que tu toques en tus debilidades, aún que tenga mucha consciencia de tus miserias, no abandone el camino del Señor. Permanezca, porque, mientras tu camina, Jesús te transforma y te convierte.
Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!
