“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: No les tengan miedo. Nada hay oculto que no llegue a ser descubierto, ni nada secreto que no llegue a saberse. Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo ustedes a la luz, y lo que les digo en privado, proclámenlo desde las azo teas. No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma; teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno” (Mt 10, 26-28).

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Mis hermanos y mis hermanas, el tema de hoy, que Jesús presenta, es la liberación del miedo, es la capacidad de no amarrar a las amenazas externas, porque sabemos que el miedo tiene como objetivo cerrarnos, volvernos para dentro de nosotros.

El miedo que el mundo impone sobre nosotros tiene la finalidad de hacernos sentir equivocados por querer vivir como cristianos. Tu sabes muy bien, parece que hoy el correcto quedo mal. Muchas veces, tu, viviendo tus valores y tus principios, se pasa por una persona que esta viviendo fuera del mundo, fuera de la realidad – ellos dicen así.

El mundo quiere matar nuestros valores, quiere ocultar la belleza de una vida en Cristo. ¿Ya has dado cuenta como en los medios de comunicación trata algunos elementos de la fe cristiana, de la vida cristiana? Son anticipados, es antiguos, son conservadores, son retrógrados, fuera de moda, son rígidos, son radicales”, son todos estos adjetivos que, generalmente, los medios de comunicación presenta para hablar del estilo de vida de los cristianos, de la forma de vivir.

Si descubro algo precioso en mi vida cristiana, debo llevar a todos esta novedad

Son todas las formas de inhibir la presencia de un cristiano en el mundo y de imponer una libertad que es más ideológica que existencial. ¡Vivimos eso hoy! Es más la defensa de una libertad ideológica que una libertad existencia, aquella libertad que Jesús conquisto para nosotros en el alto de la cruz.

Vivir el Evangelio no es exhibir, pero es poner en abierto, delante de los hombres, una forma nueva de ver y de vivir la vida. No te vas enaltecer porque es cristiano o vas a pensar mejor que las personas, pero tu necesita ponerse en el mundo. Tu postura necesita ser vista por las personas, tu comportamiento necesita resplandecer la luz de Cristo.

Si descubrimos algo precioso en nuestra vida cristiana, debemos llevar a todos esta novedad, esta vida nueva, esta forma nueva de vivir, esta forma nueva de concebir los valores. No podemos guardar solo para nosotros, necesitamos dividir eso con las personas.

No debemos tener miedo del mundo que, por muchas veces, llego a matar muchos cristianos en el cuerpo. basta coger el Martirologio, que es el libro de los mártires en la historia de la Iglesia: en muchos momentos, el mundo mató corporalmente los cristianos, pero ellos fueron incapaces de matar en el alma, porque aquellos hombres estaban llenos de vida de Dios, estaban llenos de vida eterna, y, hoy, están en la presencia de Dios intercediendo por el mundo entero.

Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!