15 Jan 2020

Servir es mejor remedio

“La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, por lo que en seguida le hablaron de ella. Jesús se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. Se le quitó la fiebre y se puso a atenderlos” (Mc 1, 30-31)

¡Que bendición es la actitud de Jesús! Primero, porque contaran a Jesús que ella estaba con fiebre; y la persona cuando esta con fiebre, de cama, ella queda un poco o muy deprimida. Y, cuando la persona esta deprimida, para bajo, ella necesita ser “levantada”. Entonces, es eso que Jesús hace, Él va al encuentro de ella; va donde ella esta, acercate de ella y coge por la mano.

¡Que maravilla es coger el otro por la mano! ¡Que maravilla es extender nuestra mano para el otro! Porque nuestra mano necesita ser como la de Dios porque Él extiende Su mano para nosotros; y, ahora, nosotros necesitamos extender nuestras manos y dejar que la mano de él nos levanta, pero no es simplemente esperar que Dios nos tire, porque no es eso que Él hace. Él coge nuestra mano y nos ayuda a levantar, además, necesitamos hacer nuestra parte. La suegra de Pedro vio la mano de Jesús arrastrando para fuera, entonces, ella corresponde a Él y fue.

Dios quiere arrastrar a muchos de nosotros de la depresión, de la opresión del alma, de la mente y del cuerpo, pero nosotros, muchas veces, no respondemos, no correspondemos, y la mano de Dios queda paralizada porque ella tira, pero no correspondeos a Dios que esta nos arrastrando.

Por favor, dejemos que Dios nos quite de todo que esta paralizando nuestra vida, que esta convirtiendo nuestra vida febril, deprimida, que esta quitando el gusto de nuestra vida. Jesús esta extendiendo Su mano a cada uno de nosotros, por favor, correspondamos a Dios que nos esta arrastrando.

Por favor, dejemos que Dios nos quite de todo que esta paralizando nuestra vida, que esta convirtiendo nuestra vida febril, deprimida, que esta quitando el gusto de nuestra vida. Jesús esta extendiendo la mano de Él a mí y a ti, por favor, correspondamos a esta mano de Jesús.

Servir es el mejor remedio, servir es la cura de Dios en la vida de cada uno de nosotros

Y hablo más, extienda también su mano para tu hermano, extienda para bendecirlo, para rezar por él, para ayudar a levantarlo de toda y cualquier situación que hay hecho caer, de toda y cualquier situación que pueda haber hecho enfermo, febril, deprimido; sea cual sea la situación, coge tu hermano por la mano. Así como Jesús esta nos cogiendo por la mano, ayudemos a los demás a levantarse.

Hay personas que utilizan las manos para derrumbar, para dejar los demás más caidos; otras utilizan para empujar los demás para el agujero, pero no hagas eso! Nosotros necesitamos ser las manos de Dios para levantar a los demás.

“Entonces, la fiebre desapareció a ella comenzó a servilo”. Que belleza cuando dejamos ser levantados por Dios, entonces, aquel mal que esta en nosotros, el mal sentimiento y el mal pensamiento; aquella enfermedad y desaparecen, porque, ahora, podemos servir! La peor enfermedad es no servir, la sanción es cuando estamos sirviendo.

Conozco personas que tiene parálisis, enfermedad crónica pero no paran de servir. Estoy viendo personas que, en el hospital del cáncer de la cama, ellas esta sirviendo. Porque, muchos de nosotros que aparentemente no tiene nada, están simplemente lejos del otro.

Quien no sirve esta paralizado por una enfermedad terminal del Espíritu. Porque aquel que es rescatado por Jesús, él sirve a tu hermano en el dolor, en la alegría, en la enfermedad, en las adversidades y en todas las situaciones de la vida. Servir es el mejor remedio, servir es la cura de Dios para la vida de cada uno de nosotros.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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