31 Jan 2019

Vamos ser medidos de la misma forma con que medimos los demás

Con la medida de la paciencia tratemos los nuestros y de este modo vamos ser tratados

“Presten atención a lo que escuchan. La medida con que ustedes midan, se usará para medir lo que reciban, y se les dará mucho más todavía” (Mc 4, 24).

El acrecimos de nuestra medida va ser un poco mayor que la medida convencional que nosotros tenemos para medio los demás. Porque nosotros recibimos mucho; recibimos la gracia, el Evangelio y las advertencias de Dios.

Y, si nuestra medida es la misericordia, con ella vamos ser medidos; si es la bondad, o sea, la forma como miramos, tratamos y juzgamos el otro, así, también, vamos ser juzgados.

Además, si nuestra medida es la dureza y, muchas veces, incluso la maldad, Dios nos juzgara por la maldad, porque, ella nos juzgara por sí misma. En Dios no subsiste el mal, pero ese por sí mismo nos destruye. Por eso, tengamos la buena medida, esto es, la medida de Dios.

Dejemos que la luz de Dios ilumine nuestro corazón, para percibir las cosas que están ocultas dentro de nosotros mismos, aquellas que necesitan de más luz.

Existen, muchas veces, tendencias, comportamientos, formas de lidiar con el otro que nosotros no prestamos atención. Dios es muy paciente con nosotros, y nosotros no sabemos ser pacientes unos con los otros. Nosotros no estamos dando cuenta lo mucho que la impaciencia nos tiene ocurrido, destruido nuestras relaciones más cercanas. Incluso nuestra convivencia familiar y la convivencia en casa se van acabando por falta de paciencia, de amor y de misericordia.

Sabemos que nos amamos unos a otros, sabemos que dentro de una casa los miembros se aman. Además, ese amor se va acabando, cuando dejamos que la impaciencia tome cuenta de las actitudes.

La luz de Dios quiere iluminar lo que tiene causado tamaña impaciencia y tamaña falta de misericordia dentro de nosotros. Basta ver que, muchas veces, sabemos ser buenos y pacientes con las personas de fuera, pero no conseguimos ser pacientes con los de dentro de nuestra casa. Eso es señal de que tiene una “lampada” que esta apagada dentro de nuestro corazón. La Palabra de Dios quiere encender para que, con la medida de paciencia tratemos los nuestros, entonces, de este mismo modo vamos ser tratados.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.