“Aquel día, salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar de Galilea. Y se le juntó mucha gente; por eso, entró en la barca y se sentó, y toda la gente estaba en la playa. Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: El sembrador salió a sembrar” (Mateo 13,1-9).

Terrenos múltiples

El Evangelio de Mateo 13,1-9 nos muestra la parábola del sembrador.

¿Y qué significa esta parábola? Es una imagen sencilla que el Señor nos presenta, tomada de la vida cotidiana agrícola de Galilea, pero cargada de una inmensa profundidad espiritual. Es decir, Jesús nos habla de un sembrador que esparce la semilla de forma generosa (guarden esta palabra: generosa). Algunas caen al borde del camino, otras en terreno pedregoso, otras entre espinos y otras, finalmente, en tierra buena.

Y el resultado es muy diferente en cada caso, así que, presten atención a esto: se siembra de forma generosa, pero cada semilla que se planta dará un resultado diferente, y también una respuesta diferente.

Dios es este sembrador generoso, es decir, Él lanza las semillas en todo tipo de terreno, sin hacer distinción; esto también es importante.

Dios quiere alcanzar el corazón del hombre. Él quiere atraer a todos hacia Sí, es decir, esto nos revela algo muy importante acerca de Dios. Él ofrece Su palabra a todos sin distinción, no es selectivo en Su amor. Él siembra con esperanza incluso donde, humanamente hablando, parece difícil.

¡Amados hermanos y hermanas, aquí está la gran clave del Evangelio! Mucha gente solo quiere evangelizar a las personas buenas, generosas, pero Dios quiere llegar al corazón de todos. Él no nos trata de una manera que pueda avergonzarnos, o que pueda causar siquiera indiferencia en nuestro corazón. ¡No! Él quiere alcanzar el corazón de todas las personas.

El camino que Él nos muestra es precisamente este: Dios nos ama de manera única, nos ama de forma individual. ¿Qué tipo de terreno es tu corazón? Jesús nos llama, por tanto, a la conversión. Él desea que seamos tierra buena, que acoge la Palabra y la cultiva con paciencia para dar buenos frutos.

Dios es ese sembrador generoso que quiere alcanzar tu corazón por medio de Su Palabra.

Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!