21 May 2023

Reserva, en tu corazón, un lugar especial para el Señor

“Por su parte, los Once discípulos partieron para Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Cuando vieron a Jesús, se postraron ante él, aunque algunos todavía dudaban. Jesús se acerco y dijo: Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia” (Mt 28, 16-17.20).

Mis hermanos y mis hermanas, hoy es domingo, día del Señor, y celebramos con toda la Iglesia la Ascensión del Señor. Para comienzo de conversa, la ascensión no es abandono de incapaz, ascensión no es una enseñanza de lejos, la ascensión no es una live que Jesús va hacer ahora directo del Cielo, lejos de nosotros. ¡No tiene nada a ver con eso!

Jesús esta my presente, esta cerca de nosotros. Él nos dice: “Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia”. La Ascensión, en la verdad, fue el espacio que Jesús ha dado, fue el espacio que Él ha encontrado para que los discípulos vivan , en la practica, todo aquello que ellos habían aprendido del Maestro y del Señor. Porque es así, no basta solo teoria, necesita tener practica. Y Jesús, ahora, esta llevando Sus discípulos y a cada uno de nosotros a la practica de todo aquello que Él había enseñado.

Jesús dijo: “Yo estaré”. Cuando se tiene consciencia de quien es una persona en tu vida, aún que un día esta persona esté fisicamente a tu lado, ella estará dentro de tu corazón para siempre. ¡Tu tienes comprobación de eso en tu vida! Talvez, tu tienes personas que amas mucho, pero ellas no están a tu lado fisicamente, ellas no están en tu casa, ellas no viven en la misma ciudad ni en el mismo país, pero ni por eso ellas dejan de existir dentro de ti. Por eso, Jesús destacó eso: “Yo estoy con ustedes”.

La Ascensión es mirar para la tierra, pero con el corazón en las cosas del Alto

Jesús da la seguridad para Sus discípulos que toda aquella experiencia vivida con ellos ha servido para plantar Jesucristo dentro del corazón de ellos.

Semana que viene va ser Pentecostés, y Jesús ha creado un espacio en el corazón de Sus discípulos para que el Espíritu Santo pudiese entrar. Y, llenos del Espíritu Santo, ellos pudiesen vivir todos los días sintiendo lo mucho que ellos son amados por el Padre, lo mucho que ellos son amados por el Hijo.

Por eso, en el episodio de la Ascensión de Jesús, que nosotros celebramos hoy, aparecen dos hombres vestidos de blanco y dicen: “¿por qué siguen mirando al cielo?” (He 1, 11), eso esta en la Primera Lectura de la Liturgia de hoy. El termino que aparece aquí es “emblepo” (del griego) que significa: fijando. Estos dos hombres, representados aquí por la propia presencia de Dios, dicen de una realidad muy fuerte para los discípulos de Jesús y para todos nosotros.

La Ascensión no es solo un acto de adoración, pero ella es un comportamientos con todo el legado dejado por Jesús. La Ascensión es mirar para la tierra, pero con el corazón en las cosas del Alto; es vivir las realidades del mundo con el corazón en el Alto.

No es quedar mirando para arriba esperando todo de Dios. Es comprometernos con esta vida, con ese mundo, con las realidades de este mundo, pero con los valores del Evangelio, fijados en Jesús, en las cosas del Alto y viviendo la temporalidad y las realidades de esta vida. ¡Que el Señor nos ayude con Su gracia!

Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!

Pai das Misericórdias

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