19 Jun 2021

Que solamente Dios sea el Señor de nuestra vida

“Nadie puede servir a dos patrones: necesariamente odiará a uno y amará al otro, o bien cuidará al primero y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al dinero” (Mt 6, 24).

Jesús esta diciendo a Sus discípulos de ayer y os de hoy que no podemos tener dos señores. No podemos servir a Dios y al dinero. Pero eso no es para que tu seas fundamentalista o extremista y decir que no podemos tener dinero.

El dinero es la moneda que regula todas las transacciones económicas y financieras; y necesitamos de dinero, porque estamos en este mundo. Ahora, lo que no podemos es ser dominados por la moneda. No podemos servir a Dios y querer servir al dinero.

Lo que Jesús esta afirmando es que el dinero es un dioses, así como hay muchos dioses en este mundo y cada dios quiere ser servido y adorado porque dios (y aquí es dios con d minúsculo mismo), es aquella fuerza dominadora que mantiene el corazón rehén.

No podemos servir a Dios y al dinero. Que Él sea siempre e Señor de nuestra vida

Cuando alguien se hace rehén de dinero y el dinero domina tu corazón, tus sentimientos y afectos la persona vive en función de él. Como dicen: trabaja día y noche en función de tener, de servirlo, de apreciarlo. La persona, a veces, pasa un tiempo apreciando la cuenta bancario, tus valores financieros, lo que tienes; y vive amargo, sufrido, con el alma penosa cuando él escape, cuando no tiene, cuando esta endeudado.

El dinero es para nos servir y no para servirnos. El dinero es para usarnos para hacernos el bien, practicar el bien el dinero es para glorificarnos a Dios y no glorificarnos a él, no para ser exaltado. Por supuesto que, en la cultura donde el dios dinero manda, quien tiene a él exaltado, glorificado, reconocido.

No necesita ser ingenuo para decir que una persona es bien tratada porque tiene dinero y el otro es maltratado porque no lo tiene. Basta ver los desaliñados que viven alrededor de nosotros, basta ver las personas pobres y despreciadas porque no tiene dinero, y basta ver las adulaciones que hacen alrededor de los ricos poderosos y así por delante.

Basta ver como el dinero roba nuestros verdaderos valores y criterios de la vida. Basta ver como las personas se venden, venden su carácter, venden aquello que no son. ¡Basta ver cuanta corrupción! Es una verdadera erupción dentro del corazón humano cuando se siente atraído por el gusto, por el sabor que el dios dinero ejerce en la vida humana.

El desordene de este mundo, el gran pecado que podemos cometer en la vida, tiene una enormidad de pecados. Tu sabes que el primer mandamiento es amar a Dios obre todas las cosas, el contrario de no amarlo se llama idolatría, volverse a los ídolos, y fue eso que Israel hizo muchas veces, y es de eso que la Palabra de Dios muchos nos advierte: cuidado con la idolatría.

El dinero es el dios más idolatrado de los tiempos en que vivimos. La idolatría del mercado, de la posesión, del tener es lo que cría todos los desniveles, no solo sociales, pero morales y psicológico.

Cuantos están se suicidando porque perdieran lo que tenía, porque perdieran el sentido de la vida, porque pusieron todo el sentido de la vida en tener. Y cuando el dios tener y poseer balanza el corazón, este se debilita.

No podemos servir a Dios y al dinero. Que Él sea siempre el Señor de nuestra vida.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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