“Jesús preguntó a los doctores de la Ley y a los fariseos: ¿Está permitido curar en sábado o no?. Pero ellos guardaron silencio. Entonces Jesús tomó de la mano al enfermo, lo curó y lo despidió” (Lc 14, 3-4).
Estaba delante de Jesús un hidrópico, un hombre que tenía la mano seca y era un día de sábado. Jesús estaba delante de los religiosos de Su época, ellos eran jefes de los fariseos. ¿Existian personas más religiosas que los fariseos? ¡Imagina los jefes!
La persona religiosa que aún tiene duda si es permitido practicar el amor o no, practicar la misericordia o no, es porque la religión de esta persona esta seca, esta presa simplemente en los dogmas, y no esta tomada por la gracia.
Cuidado para que neustra religión no se convierta en una religión farisaica, para que no vivamos una religión solo de leyes y preceptos, con ningún desmerecimiento; por el contrario, necesitamos de las leyes, de los preceptos, mandamientos, enseñanzas, necesitamos de los derechos, necesitamos de una religión que nos muestre vivir la verdad. Sin embargo, se convierte maldad cuando vivimos una religión que no nos muestra para la caridad.
¡Que religión hipócrita y maldita que no pone el ser humano en el cuidado, en el amor y en la importancia!
La persona se siente más religiosa porque hace tantas oraciones, porque pone el velo en la cabeza, porque participa del movimiento tal, porque comulga todos los días… Pero miramos para nuestro lado: cuantos hidrópicos como ese, cuantas personas muriendo y sufriendo, e yo creyendo que soy el más merecedor, porque Dios esta conmigo, porque soy bendecido y los demás son infelices!
El mundo sufre, porque no hay quien cuide de él, las personas pasan hambre porque no hay quien reparta su pan, las personas quedan enfermas porque muchas tiene el mejor tratamiento del mundo, pero el otro tiene un total descaso. Otros se creen propietarios de Dios, y otros son tratados como no merecedores, los desgraciados del mundo.
¡Que religión hipócrita y maldita que no pone el ser humano en el cuidado, en el amor y en la importancia! Por eso, delante del silencio de los religiosos de Su época, los más religiosos, Jesús coge ese hombre por la mano y cura, cuida de él y da a él Su amor, independiente si la religión cree correcto o no.
Muchas veces, quien esta haciendo el bien, cuidando bien, quien esta acogiendo quien esta sufriendo, son personas que no creen en Dios. Porque las personas religioso están discutiendo religión, están atacando los demás, sintiendo más importantes que los demás, están a servicio de ideologías, de dogmatismo, y el mundo esta sufriendo y padeciendo. ¿Dónde están los seguidores de Dios que no se vuelven para cuidar de los más sufridores de este mundo?
¡Dios te bendiga!