“Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad” (Jn 1, 14).
¡Hoy es Navidad, nacimiento de Jesús, nuestro Salvador! La Palabra eterna de Dios se encarno, se hizo carne y habito entre nosotros. ¡El Señor esta en nuestro medio! Aún estamos involucrados por los sentimientos natalinos que, muchas veces, son involucrados en comidas, bebidas, regalos, fiestas y, para algunos, hasta en una resaca después de una noche de muchas conmemoraciones.
Es necesario que, hoy, nos volvemos para la Palabra que se hizo carne, la Palabra que entra en nuestra carne para que ella se encarne en nuestra vida. Por eso, te invito: no dejes de coger tu Palabra no es simplemente letras, la Palabra es Dios, el Verbo de Dios, es la Palabra de Dios que esta aquí entre nosotros.
Que la alegría del nacimiento de Jesús tome cuenta de todo nuestro ser, que hoy sea un día de cura y de restauración
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La Palabra esta encarnada, asumió nuestra carne y, una vez que esta Palabra se hizo carne, ella liberta nuestra carne, transforma nuestra humanidad, trae luz, dirección, sabiduria; ella trae gracia por gracia para nuestra vida.
Contemplemos Jesucristo, nuestro Salvador, vivo y presente en nuestro medio. Hoy, no es más un día, pero es el día de volvernos como nunca para rendirnos a la Palabra encarnada, a la Palabra viva de Dios. Ella tiene nombre, ella se llama Jesús, nuestro Divino Salvador.
Que la alegría del nacimiento de Jesús, pueda estar alegrando nuestra alma y nuestro corazón. Que la alegría del nacimiento de Jesús tome cuenta de todo nuestro ser, que hoy sea un día de cura y de restauración. Que Dios nos liberte de toda la tristeza, de toda depresión y de todo el miedo.
Que Dios, en este día bendecido, donde Él se hace uno de nosotros, traiga la liberación que nuestro corazón tanto necesita. No sé cual es tu aflicción, tu miedo o tu preocupación, todo que puedo decirte es que se rinda al amor de Dios que se encarno, al amor de Dios que nos visito, al amor de Dios que esta entre nosotros para sanarnos, liberarnos y restaurarnos.
¡Dios te bendiga inmensamente! ¡Un santo y feliz Navidad!
