Veremos muchos milagros ocurren en nuestra vida cuando dejamos la fe traspasar las cosas duras que nos mantienen cerrados a la gracia de Dios
“Y Jesús no hizo allí muchos milagros, porque ellos no tenían fe” (Mt 13, 58).
Jesús esta refiriéndose a su propria ciudad, Nazaret, porque Él no puede hacer muchos señales y milagros en ella. La fe es el gran milagro de la vida, es la fe de creer en Dios y poner en Él toda nuestra confianza y esperanza.
Tal vez has entendido que la fe es solo creer en Dios. Es casi dificil encontrar personas que no creen en Dios, incluso los demonios creen y saben que Él existe y como Él puede actuar. No es esta fe que estamos refiriéndose, pero sí a una mucho más profunda, de adhesión y coherencia, donde depositamos nuestra vida en las manos del Señor y dejamos que Él cuide de nosotros, porque los milagros comienzan a ocurrir.
Cuando ponemos nuestra fe en Dios, Él mismo actúa en nosotros y realiza aquello que necesita hacer en nuestra vida: la transformación interior, la conversión de vida, de corazón y mentalidad. Es más fácil hacer un cojo caminar que hacer una persona con la mente cerrada cambiar de idea.
El milagro comienza en la cabeza, es conversión, es cambiar la mentalidad. El gran milagro de Jesús es anunciar el Reino de Dios, y ese Reino tiene que entrar en la cabeza de las personas que se abren. En la ciudad de Jesús, muchos no se abren, simplemente miraron para Él a partir de un punto de vista humano, y considerando que Él era de la ciudad, no dieran la importancia debida a Jesús.
Aquellos corazones no se abrieron, aquellas mentes no se convirtieron, y cuando la mente no se convierte y el corazón no se abre, no hay milagro. Deja Dios realizar, hoy, el milagro en tu vida.
El gran milagro es cambiar las cosas que están en la cabeza, ponemos una cosa en la cabeza, ponemos una cosa en la cabeza y no queremos quitar. Cuando ponemos en la cabeza que no nos gusta a alguien y no queremos y no queremos gustar de la persona, tu no abre el corazón para este sentimiento, aquello que esta dentro de ti es una piedra que nadie consigue arrancar. Deja Dios hacer un milagro, deja Él arrancar muchas piedras que tu pones dentro de tu corazón y que mantiene cerrado a la gracia. Vamos ver muchos milagros ocurrir en nuestra vida cuando dejamos la fe transponer montañas, piedras y las cosas duras que nos mantiene cerrados en nosotros y no abiertos a la gracia de Dios.
Permitamos que el Señor realice un milagro en la vida de cada uno de nosotros.
¡Dios te bendiga!