La Reconciliación en el Camino
“Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.” (Mateo 5, 25).
Hermanos y hermanas, en este viernes, día penitencial, dentro de un tiempo penitencial, que es el tiempo de la Cuaresma, nosotros escuchamos esta realidad del caminar con el adversario.
Resolviendo Pendientes
Vamos a pensar que esa palabra “caminar” sea igual a peregrinar, entonces, a lo largo de nuestra peregrinación en este mundo, debemos poner nuestra vida en orden, y la forma de poner la vida en orden, en el Evangelio, es reconciliarse con el adversario, con el hermano, mientras camina allá para el tribunal del juicio, para llegar allá y ya estar todo resuelto.
Los Novísimos
Entonces, en nuestra existencia en este mundo, mientras peregrinamos, nosotros debemos resolver las realidades pendientes de reconciliación con el hermano, con Dios también, porque sabe que tiene las realidades de los novísimos, ¿no es verdad?
El juicio particular, después el universal, la muerte, el juicio, después el purgatorio. Es cielo o infierno. Entonces, si nosotros resolvemos bien las realidades en este mundo, llegaremos allá en el tiempo final, con la gracia de Dios, en el momento de la decisión, nosotros iremos para la gloria de Dios, la gloria del cielo. Si no, claro, tiene otras realidades pendientes aún; entonces, tal vez, quede allí un tiempo aún en el purgatorio.
Perdón Ofrecido y Perdón Pedido
El gran pedido es: Para que vengamos a resolver todo en nuestra vida mientras caminamos, mientras peregrinamos, a lo largo de nuestra peregrinación en este mundo, debemos poner nuestra vida en orden.
Poner la propia vida en orden pasa por la experiencia de ofrecer perdón y también de pedir perdón.
La Llave para la Libertad
Entonces, hermanos y hermanas, vivir reconciliado es la llave para vivir de manera más libre en este mundo. Debemos vivir reconciliados con nuestros hermanos, y con mayor ligereza! Y viviremos con ligereza también si vivimos reconciliados. Tendremos mayor ligereza en nuestra existencia en este mundo, no caminaremos como quien carga peso en las espaldas. Un gran peso, sabe, como si estuviéramos cargando muchos sacos de arena? Porque es un peso cuando usted no perdona, es un peso también cuando usted no es perdonado.
Ligereza en la Existencia
Cuando nosotros vivimos reconciliados, nosotros vivimos también libres de angustias, libres de tensiones, libres también de ansiedades, o quién sabe hasta mismo de depresión. Cuántas veces nuestras tristezas son causadas por malos relacionamientos!
Reconciliación y Bienestar
Pero que el Señor cuide de nosotros y nos libre de todas esas realidades, para que, al caminar, al peregrinar en este mundo, hagamos la voluntad de nuestro Señor.
Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!