“Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar con ellos” (Lc 24, 15)
Esta linda pasaje bíblica de los discípulos de Emaus es una verdadera catequesis pascual para cada uno de nosotros. Los discípulos no estaban creyendo, desanimados, viviendo un desaliento. Y aún sabiendo, porque escucharon hablar que Jesús habían resucitado, no tenían convicción.
Estos dos discipulos representan cada uno de nosotros que camina en medio de los desalientos, a las inseguridades, a los miedos, a los temores y recelos. Somos nosotros que trabajamos en la iglesia, que vamos a Misa, pero no fuimos impactados, no creamos la convicción profunda en nosotros de la experiencia con Jesús resucitado.
Así como Jesús camino con estos dos discipulos, Él también camina con nosotros, aún que ignoramos a Él, no reconocemos, Él esta a nuestro lado, Él esta delante de nosotros, Él esta atrás de nosotros.
Cuando llego en la iglesia para buscar Jesús, Él ya esta me esperando. Cuando me levanto a cada mañana para rezar y ponerme delante de Su presencia, Él ya estaba velando mi sueño. Cuando pienso en hacer mis oraciones, Él ya me espera hace mucho tiempo. Cuando camino en los caminos de la vida, Él camina conmigo.
Hagamos una experiencia con el Resucitado medio de Su Palabra, sumergimos en las Sagradas Escrituras
Es verdad que nosotros, muchas veces, ignoramos a Él y no reconocemos. Es verdad que nos somos tomados por las seguridades, por las convicciones y no somos capaces de discernir y distinguir Su voz guiándonos, por eso la pedagogía de Jesús es llevarnos a las Sagradas Escrituras. Por medio de la Escritura, Él va hablando a nuestro corazón, nos va dando la capacidad de comprender lo aquello que no abrimos para comprender, porque nuestra mente, nuestra cabeza y nuestro corazón, muchas veces, están cerrados.
Nuestra experiencia con el Resucitado se hace a cada día en las Sagradas Escrituras. Así como los discípulos quedaran con el corazón ardiendo cuando Jesús hablo con ellos, experimentemos nuestro corazón arder cuando nos abrimos para dejar Jesús hablar con nosotros por las Escrituras, porque ellas hablan de Él, traen la presencia de Él, y la Palabra Sagrada nos llevan hasta Él.
Discipulos de Jesús, hagan una experiencia con el Resucitado por medio de Su Palabra, sumergí en las Sagradas Escrituras para que tu corazón pueda arder, pueda abrirse, para que tu mente pueda hacer la experiencia con Jesús vivo y resucitado. La seguridad que tengo, a cada día, es que en cada pagina de las Sagradas Escrituras yo no encuentro solo letras, yo encuentro Jesús vivo y resucitado.
Haga la experiencia de dejar tu vida resurgir y encontrarse con el Resucitado por medio de la Palabra de Él.
¡Dios te bendiga!