Oración, decisión y perseverancia
El Evangelio de San Lucas 6,12-19 nos dirá lo siguiente: “En aquellos días, Jesús fue a la montaña a orar y pasó la noche entera en oración a Dios. Al amanecer, llamó a sus discípulos y escogió a doce de entre ellos, a quienes dio el nombre de apóstoles”.
Hoy, conmemoramos a los apóstoles Simón el Zelote, y Judas, no el Iscariote, sino Judas, aquel que dio su vida por causa de Jesús.
¿Y cuál es el tema para comprender esta homilía? Somos llamados por Jesús para curar, servir y amar.
La decisión esencial: la noche de oración de Cristo
Jesús pasó la noche entera en oración para elegir a los apóstoles, es decir, el Evangelio de hoy nos lleva a un momento decisivo en la vida de Cristo. Antes de tomar esa decisión, Él rezó.
¿Qué necesitamos aprender de Jesús con esta actitud? Que para todo lo que vayamos a decidir en nuestra vida, la oración es esencial e indispensable. Por medio de la oración, escuchamos a Dios; por medio de la oración, hacemos Su voluntad. Es decir, mi hermano, mi hermana, la oración antes de la misión.
Antes de elegir, antes de actuar, Jesús reza. La misión nace de la oración. Esta es una lección que debemos aplicar a nuestra vida.
La acción debe ser fruto de la oración
En la vida de la Iglesia, en la familia, en el trabajo, necesitamos aprender de Jesús: la acción debe ser fruto de la oración.
Quien no reza elige por impulso y elige por interés. Quien reza, actúa según el Espíritu Santo de Dios.
Mira qué hermoso, mi hermano, mi hermana, necesitamos ser impulsados por la gracia de Dios en nuestras elecciones, en nuestras actitudes y en nuestro modo de hablar.
Jesús cree en la posibilidad de transformación
La elección de los doce nos muestra precisamente que Jesús quiere que el Evangelio llegue a todas las criaturas. Así, que podamos tener nuestro corazón abierto a la voluntad de Dios, porque el llamado es siempre el misterio de Su gracia, y nuestra libertad es elegir, decidir y acoger la propuesta de Jesús.
Él cree en la posibilidad de transformación y la ofrece a todos los que puedan seguirlo y puedan vivir una vida nueva.
Que el Señor nos ayude a buscar en Dios y a decidir en Dios aquello que es importante en nuestra vida. Y que Él nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Amén!



