01 Aug 2022

¡El Señor tiene compasión de ti!

“Al enterarse de eso, Jesús se alejó en una barca a un lugar desierto para esta a solas. Apenas lo supo la gente, dejó las ciudades y lo siguió a pie. Al desembarcar Jesús y encontrarse con tan gran gentío, sintió compasión de ellos y sanó a sus enfermos. Cuando ya caía la tarde, sus discípulos se le acercaron, diciendo: «Estamos en un lugar despoblado y ya ha pasado la hora. Despide a esta gente para que se vayan a las aldeas y se compren algo de comer.» Pero Jesús les dijo: «No tienen por qué irse; denles ustedes de comer.»” (Mateo 14,13-16)

Mi hermano y mi hermana, nosotros comenzamos este mes de agosto, mes vocacional; y aquí nosotros vemos uno de las señales del Señor, Su compasión para con su pueblo. Por supuesto que, después, Él realizo, sí, la multiplicación de los panes, pero la primer señal de Nuestro Señor es Su amor por nosotros, es Su compasión. El señor tuvo compasión de aquella multitudes, por eso te sientas también profundamente amado por nuestro Señor, porque Él tiene compasión de ti.

El Señor se compadeció de aquella multitudes, porque estaban con hambre; y el interesante, el bonito, es que ellos, primero, ellos buscaran, buscaban el pan de la Palabra, pero ellos estaban hambrientos también en su necesidad física, biológica; y el señor tuvo compasión también de la necesidad biológica de aquel pueblo. Solo que los discípulos querían dispensar aquel pueblo, pero Jesús no. “¡No, no, no. Darles vosotros mismo de comer!” Jesús sintió compasión, y enseño los discípulos que ellos también necesitan tener compasión del pueblo.

Delante de la compasión que nosotros recibimos, también nosotros necesitamos ofrecer

Mis hermanos, es eso que ocurrió, el Señor tiene compasión de ti, pero que tu también ten compasión de tus hermanos, de aquellos que están alrededor de ti. Por eso Jesús provoco, provoco allí, cada discípulo. Él nos provoco también: delante del amor que recibimos, nosotros también necesitamos dar; delante de la compasión que nosotros recibimos, nosotros también necesitamos ofrecer. “¡Darles vosotros mismos de comer!’ Y aquellos discípulos fueron provocados a dar, a dar, y entonces el Señor realizo el milagro allí, delante de los panes que fueron presentados a Él, y Él multiplico.

Mi hermano, nosotros no podemos dejar de ver el hermano, dejar de ayudar el hermano, aún con nuestro poco, porque Dios puede hacer de aquel poco el mucho. ¡Sí! Vamos hacer ese camino, mis hermanos. Nos sintamos profundamente amados, nos sintamos debajo de la compasión de Dios. Pero, una vez que el Señor tiene compasión de nosotros, Él desea que nosotros también nos compadecemos unos de los otros.

¿Que tienes? Ofrezca también a tu hermano, ofrezca también a tu prójimo. “¡Pero es tan poco!” Pero en las manos del Señor, este poco es mucho.

Acoja la compasión, y sea también compasión. Que puedas dar tu poco, porque de tu poco el Señor puede hacer mucho, puede sanar el hambre de muchas gente, hambre material, pero hambre también espiritual. Que puedas dar Dios para las personas, una vez que tu ya has recibido y tiene Dios dentro de sí.

La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!


Padre Márcio Prado

Sacerdote da Comunidade Canção Nova.

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.