Jesús esta nos mostrando que Su reinado comienza con los pobres, con los hambrientos y con los necesitados
“Porque tuve hambres, y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber, fui huésped, y me recogisteis” (Mt 25, 35).
La alegría de este domingo es celebrar Jesucristo, Rey y Señor de todo el universo. Cuando pensamos en el reinado de Cristo, no pensamos en un rey en la forma humana, un rey que esta con una corona y se queda allí sentado en su trono. Eso es una alegoría, una imagen muy terrena que no es capaz de explicar el significado sublime del reinado de Cristo.
Dónde Cristo reina? Él reina en la almas, en los corazones; reina sobre los hombres y las mujeres, que se someten a Su Señorío. Jesús es Rey de aquellos que lo proclaman como su señor, no se rinden a ninguna divinidad tierra de esta tierra: a ningún hombre o mujer y, también, no se rinden a cualquier cosa de este mundo. Nuestro Señor, nuestro Rey es solo Jesús!
En este Domingo, meditemos el evangelio de San Mateo, vimos Jesús llegar con Su Reino definitivo, el reinado eterno; de aquellos que para siempre, vivieron con Él en el Cielo.
El Rey va separar a la izquierda a los que no son de Él y a la derecha los que son: “Ven, benditos de mi Padre”. Y por que son benditos del Padre y reinaran con Él para siempre? Porque cuidaran de Él, lo acogieron y lo pusieron como el primero en sus vidas.
Dónde esta Jesús? Algunos piensan que Él esta solo en el Sagrario, en la Cruz, en las oraciones. Él esta en estos “lugares”, es el lugar de la presencia de Él, sin embargo, hoy, Él esta mostrando que Su reinado comienza con: los pobres, los hambrientos, los necesitados, los desamparados, los presos (…) con las personas que no valen nada.
“Yo tuve hambre y tú me diste de comer”, todos los hambrientos, todas las personas que no tiene que comer, es Jesús clamando por un pan, clamando por el derecho de alimentarse.
Todas las personas sedientas, que no tiene una ropa para vestirse; el hermano que no tiene casa para vivir, el enfermo que esta sufriendo, el otro que fue preso, aquel que esta condenado, y así por delante, en ellos son los lugares de nuestro encuentro con Jesús.
Es necesario deshacerse de esta imagen de un rey con corona en la cabeza, para “visualizar” la imagen de un Rey que, antes de todo, se hace pobre. Él nació pobre, vivió como pobre y murió totalmente sin nada. Y si queremos encontrarlo, en esta vida y en la eternidad, lo encontremos entre muchos que sufren, que tiene hambre y son afligidos, muchos pobres y miserables que claman para ser socorridos.
El reinado de Jesús ocurre en medio de los pobres, Su reinado esta entre aquellos que están sufriendo, porque ellos son para nosotros la imagen de Jesús Señor.
¡Dios te bendiga!