El domingo como tiempo de fe, esperanza y confianza en Dios
Hoy es domingo, Día del Señor. Es un día especial, donde la comunidad se reúne en torno a la Eucaristía para profundizar su fe, para vivir la fraternidad y la misericordia de Dios. No puedes dejar que este domingo pase desapercibido ante lo que el Evangelio te va a enseñar hoy. Escucha, en Lucas 18,1-8, cuando Jesús contó una parábola para mostrar la necesidad de orar siempre, sin nunca desistir.
En la parábola, una viuda insiste a un juez injusto hasta conseguir justicia. Jesús entonces concluye: “¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos que claman a Él día y noche?”
Perseverancia en la oración y confianza en Dios
¿Qué necesitamos aprender de esta homilía? Perseverar en la oración y confiar en el Señor.
Este domingo, día del Señor, el Evangelio nos presenta una lección simple, pero profunda: orar siempre, sin jamás desanimarse, sin jamás desistir.
¡Cuántas veces oramos, pedimos, nos ponemos en la presencia del Señor, pero pronto desistimos, porque pensamos así: “Rezo tanto, pero Dios no atiende mi oración!”
La profundidad en la oración nos lleva al amor de Dios
La oración, mi hermano, mi hermana, no depende de la cantidad, sino de la profundidad con que se pide y que nos lleva al conocimiento del amor de Dios. Jesús, entonces, nos cuenta esta parábola para decir que aquel juez no fue indiferente a la súplica de aquella viuda, es decir, a su insistencia. Dios tampoco será indiferente cuando tú reza.
Dios nos prueba, Dios nos coloca como personas que no deben caminar con una fe simplista, vacía, sino, al contrario, llenos de confianza, de esperanza.
¿Por qué aquella mujer insistió tanto con aquel juez, sabiendo que era injusto? Porque tenía confianza, tenía esperanza.
La importancia de no desanimarse en la vida espiritual
Necesitamos también caminar de esa manera, necesitamos escuchar de Jesús justamente esto, pues el día de la esperanza, el día de la escucha, el día de la confianza es el día en que renovamos nuestra fe en Dios, que no se olvida de nosotros.
Por eso el domingo es importante para que recemos con más fe, con más confianza y esperanza.
Que el Señor nos bendiga en este domingo, y que nuestro día sea de perseverancia. Que no desistamos ante las tribulaciones, y también ante las dificultades y enfermedades.
Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!