“En aquel tiempo, muchos de los judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que Jesús hizo, creyeron en él”.

Los jefes de los judíos se están “rompiendo la cabeza”. ¿Saben por qué? Porque Jesús está convenciendo a muchos judíos de que Él es el Hijo de Dios. Y eso ha generado controversias, ha generado disputas acaloradas para que Jesús sea acallado y que Su misión no se lleve a cabo.

Boicotear los planes de Dios

Es el misterio del mal que odia la luz, es decir, el demonio, sabiendo que Jesús está próximo a alcanzar el objetivo de Su misión, que es morir y resucitar y darnos la salvación.

Entonces, el demonio está haciendo todo lo posible para, perdón por la palabra, boicotear los planes de Dios, para que ustedes no se salven.

Y Jesús es tan elocuente en sus palabras y en su modo de predicar, que hasta los judíos se están convenciendo.

Él es el Hijo de Dios, porque el Evangelio nos está diciendo que muchos de los judíos, viniendo a casa de María, al ver lo que Jesús hizo, creyeron en Él.

Quiero también iluminar su mente, su corazón. Desde el día 1º de abril hasta el día de hoy, estamos escuchando estas palabras: creer, tener fe en que Jesús es el Señor. Y dentro de este contexto del Evangelio, tenemos la señal de la resurrección de Lázaro, es decir, Jesús precipita los acontecimientos y, de modo muy peligroso, estaba hablando de algo en lo que ellos no creían, que era la resurrección.

Y Jesús resucita a Lázaro por el poder de Su palabra; es decir, las multitudes, ahora, quieren proclamar a Jesús como rey, como libertador, como salvador. Y ahí, mis hermanos, eso estaba creando una gran confusión y, de alguna forma, intentando detener los planes de Dios en relación a nuestra salvación.

Y por eso, mis hermanos y mis hermanas, hoy queremos pedir a Dios que nuestro corazón se convierta, que podamos creer que todo lo que Jesús realiza es voluntad de Dios, y que Jesús fue enviado por Él.

Hermanos míos, el mundo no quiere escuchar esta verdad: que Jesús es el Señor, que Jesús es el Salvador, que Jesús es el Libertador.

En el mundo de hoy, en las más diversas esferas de la sociedad, no quieren escuchar que Jesús vino para salvarnos ¡y que muchos están volviendo al Señor! ¿Es o no es verdad que el mundo está despertando a esta verdad? Mas quiero decirles que, así como en el tiempo de Jesús, cuando intentaron acallar y frenar los planes de Dios, hoy también vivimos esa misma realidad, porque Jesús está cerca, Su venida es inminente, y cuantos más atraiga el Señor, más serán salvos; y el demonio no quiere eso.

Que el Señor nos ayude a perseverar en la voluntad de Dios.

Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!