17 Mar 2021

La misión de Jesús es sembrar el bien entre nosotros

“Les aseguro que el que escucha mi palabra y cree en aquel que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio, sino que ya ha pasado de la muerte a la Vida” (Jn 5, 24).

La vida eterna es esta: creemos en Aquel que el Padre envío, Jesús Nuestro Señor y Salvador. Creer en Jesús es llevar la vida en nombre de Él.

Muchos judíos se opusieron a Jesús, no acogieron a Él, rechazaron y mataron a Él en la cruz. Pero hoy vivimos en una sociedad y, también en una forma de vivir nuestra cristiandad, somo cristianos que, muchas veces, ignoramos y no acogemos a Jesús, no aceptamos la vida que Él nos trajo.

El Señor esta diciendo que aquellos que creen en Él resucitaran para la vida, pero aquellos que practican el mal resucitaran para la condenación. Creer en Jesús no es solo profesar una fe o decir: “Mira, yo creo en Dios Padre”. “Creo en Jesucristo, Su hijo único”, pero es tener las obras que Jesús practico, porque muchos creen en Su nombre, pero practican el mal, viven en el mal, desean y hacen el mal para el prójimo.

Aquel que es de Jesús practica el bien, siembra el bien y realiza el bien para su prójimo

Es muy importante que nuestra fe, lo que profesamos con la boca, sea coherente con lo que vivenciamos en la vida. Es necesario que la fe produzca obras y frutos. No podemos de forma alguna, sernos discípulos del Maestro Jesús y practicarnos el mal unos a los otros; mal de todas las especies y formas: de desear el mal, de hacer el mal, de practicar el mal, de desear que el otro no se de bien, las verdaderas maldades que entrar en el mundo en que vivimos.

Es importante dejar que la Palabra de Dios nos purifique porque las raíces del mal están en nosotros, las raíces malignas están en nosotros. Heredamos, vivimos en una sociedad que practica el mal y también imitamos los comportamientos equivocados y malignos que hay en nuestro medio. Somos influenciados por el medio que vivimos, pero somos también tentados a practicar el mal.

Aquel que es de Dios, aquel que cree en Jesús realiza las obras del Señor, es por eso que Jesús comienza hoy diciendo: “Mi Padre trabaja siempre, por lo tanto, también yo trabajo”. ¿Cuál es la obra, el trabajo del Padre, sino edificar el bien, hacer el bien? Porque todo fue hecho con la bondad de Dios, porque Él vio que todo era bueno.

¡Aquel que es de Jesús practica el bien, siembre el bien y realiza el bien para su prójimo!

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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