09 Dec 2019

Llevemos las personas para la presencia de Jesús

“Al ver su fe, Jesús le dijo: «Hombre, tus pecados te son perdonados” (Lucas 5, 20).

Una de las cenas más conmovente del Evangelio es justamente la cena en que una multitud estaba alrededor de aquella casa donde estaba Jesús y un paralitico no conseguía acercarse de Jesús. Pero cuatro hombres bondosos, virtuosos y de fe cogieron la hamaca de aquel hombre, ultrapasan aquella multitud y, por encima del tejado, llevaran aquel paralitico hasta Jesús.

Aquellos hombres creyeron, había fe y, por eso, ellos no estaban solo suplicando, pero estaban trabajando para que la parálisis de aquel hombre fuera llevada hasta Jesús.

En este tiempo de gracia, que es el tiempo del Adviento, somos llamados a sernos como eses hombres. Muchas veces, usamos la fe solo en nuestro provecho personal, usamos la fe solo para sernos sanados y recibimos beneficios.

Que nuestra fe lleva muchos a la presencia de Jesús; que nuestra fe nos ayude a llevar paralíticos, cojos, lisiado, ciegos y mudos, de la misma forma que, muchas veces, nos encontramos y hermanos nos llevan a la presencia del Señor.

Como soy agradecido por muchas personas que incluso en los momentos de desanimo me llevan a la presencia de Jesús, cuantas personas rezan, interceden y suplican por mí. Yo no puedo hacer otra cosa, que no sea llevar las personas también para la presencia de Jesús.

Llevemos a las personas para la presencia de Jesús sin juzgarlas y tampoco condenarlas

Hay siempre personas para llevar el otro para el bar, para llevar el joven para el camino de las drogas, para llevar las personas para muchos caminos de la vida. ¿Dónde están los que llevan las personas para Jesús?

En el mundo enfermo, paralizado y paralitico en que estamos, donde están los hombres y las mujeres de fe que no desanimen delante de las situaciones, pero levantan mismo sabiendo que tiene sus propias tribulaciones y piensan menos en sí mismo para ayudar la necesidad de los demás?

Aquellos hombres podían llegar hasta Jesús, pero aquel paralitico no. hay muchas personas paralizadas, enfermas y depresivas. Hay muchas personas viviendo depresión en el espíritu, en el alma y en la mente sin conseguir salir de las situaciones más oscuras del alma.

Llevemos las personas para la presencia de Jesús sin juzgarlas ni condenarlas. Si es necesario, coge en el brazo y ponga en la hamaca, pero llevemos las personas para Jesús.

Hay personas que pueden llevar las otras para todos los lugares, pero necesitamos proclamar donde están los siervos de la gracia, donde están los hombres y las mujeres de fe para ayudar muchas personas que perecen por falta de quien lleve ellos hasta el Señor.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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