21 Jan 2022

Jesús desea que tu sea uno de los Doce

“Jesús subió al monte y llamó a los que él quiso, y se reunieron con él. Así instituyó a los Doce (a los que llamó también apóstoles), para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar, dándoles poder para echar demonios. Estos son los Doce: Simón, a quien puso por nombre Pedro” (Mc 3, 13-16).

Jesús subio al monte. Simbólicamente, el monte hace pensar en el alejamiento de las realidades del mundo, para entrar en la intimidad con Dios. es JEsús quien hace primero ese movimiento; Él toma la iniciativa. Nuestro lugar en la Iglesia viene, antes de todo, del deseo del corazón de Jesús, de la voluntad de Cristo y no de nuestra voluntad. Ningún de nosotros tiene el derecho de arrogarse en un lugar, todo parte de Dios. ¡Como es difícil para nosotros aceptamos lo que viene de Dios! Pues, muchas veces, queremos lo que pensamos e imaginamos.

Nosotros somos especialistas en presentar propuestas para Dios, pero somos tan incapaces de acoger lo que viene del Alto. El movimiento de arriba para abajo nos molesta mucho porque, muchas veces, somos pegados al movimiento de bajo para arriba: nuestra voluntad queremos que Dios realice. Y cuando Él manifiesta Su voluntad, nosotros tenemos mucha dificultad.

Jesús no solo subio al monte, pero Él llama. Y la voz de Cristo es la voz del Padre que desea conceder un don al corazón de cada uno de nosotros. “Llamo los que Él quiso”, nos habla la Palabra. Querer significa amar, y cuando decimos “Yo quiero bien a una persona” es porque yo amo esta persona. Jesús quiere bien a sus discípulos. ¿Solo los doce? No. Pues, aquí, Doce indica totalidad, en los Doce Jesús esta amando a todos nosotros. ¡Jesús esta te amando!

¡Todos nosotros somos objetivos de ese amor de predilección del Señor! No es un llamado generico, pero cada uno de nosotros se reconoce en el nombre de los Doce, además, basta vernos las características de cada uno de los discípulos (que, después, fueron constituidos apóstoles), para reconocernos de forma muy particular. Entonces, Jesús no llama una docena, Él llama Doce. ¡Jesús llama a mi y a ti!

¿Te reconoces en uno de los Doce?

Nos habla la Palabra que ellos fueron incluso hasta Él, todo don pide una respuesta, toda iniciativa de Dios pide una respuesta. ¿Cuál tu respuesta, hoy, para Dios? De una forma muy concreta, en lo que Dios tiene manifestado en tu vida; ¿cuál es tu respuesta para Dios?

¡El amor necesita de reciprocidad! Y la peor experiencia humana que podemos vivir es aquella de un amor no correspondido. Como es frustrante para alguien que ama recibir en cambio la indiferencia, la ingratitud, la frialdad, la infidelidad, la deslealtad, el abandono, la traición, el rechazo. Muchas veces, nos olvidamos de pensar eso en relación a Dios, porque Él también espera nuestra respuesta de amor.

Los discípulos fueron hasta Jesús en el monte; pena que, solo un de ellos fue hasta el alto de la otra montaña (que es aquella del Calvario), en el momento más difícil de la vida de Jesús, que fue Juan, el discípulo amado. Jesús quiso estos Doce, aún sabiendo que ellos futuramente abandonan a Él en el momento de la Cruz.

Pregunto a ti: “¿Tú estas dispuesto a subir dos montañas?”. La montaña de predilección, del amor, de la elección, del don, de la alegría, pero también la montaña del Calvario, del sacrificio, de la oferta de vida, del sufrimiento. Jesús constituyes los Doce, una pequeña comunidad de hermano. Jesús no fue hacer entrega de cargos ni de funciones, porque es una constitución de vida que se aman fraternalmente. Por supuesto que, esta constitución va establecer de una forma armónica y orgánica dentro de la Iglesia, con los vários ministerios y carismas, pero, antes de todo, la Iglesia de Jesucristo es un cuerpo fraterno, es una realidad eclesial de amor, de hermanos.

¡Que nosotros vivamos profundamente esta realidad!

Sobre todos vosotros, la bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¡Amén!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.