“Si tu hermano pecar contra ti, vá corrigi-lo, pero en particular, solo, si el te escuchar ganaste tu hermano” (Mateo 18,15)
Permite comenzar la consideración final: necesitamos ganar el hermano. No podremos perder al hermano, porque muchas veces, cuando miramos al otro en sus errores, dejamos que él se pierda de dos maneras. La primera, por supuesto, es cuando no corregimos, cuando lo ignoramos y dejamos caer y afundar. Esta es la manera triste cuando falta amor y caridad. La otra manera es cuando vamos corregir al hermano, pero no lo hacemos de manera fraterna; muchas veces, estamos corrigiendo de una manera mundana.
Primero, para corregir a alguien necesitamos permitir ser corregidos por Dios. Nadie puede corregir a nadie en el espíritu de rabia, de rencor, de resentimiento o con aquel espíritu justiciero de querer acusar y juzgar las cosas en la cara del hermano. La otra cosa es que, muchas veces, corregimos propagando el error de los otros, comentando, vamos divulgando para los otros.
No tenemos derecho a cometer el error de ninguna persona para otra persona. Cuando cometemos el grave pecado contra la caridad, de propagar en redes sociales, en rumores, en aquellas conversaciones de oído o utilizando el teléfono, estamos haciendo una maledicencia, estamos chismeando y propagando el mal a otro.
No podemos perder el hermano, no importa lo que él haya hecho.
Si lo que el otro cometió es grave, que dentro de usted fire y hiere, procure la iglesia como diz la palabra. Procure una orientación en la Iglesia, el sacerdote, el director espiritual, pero en el espíritu santo, no te vas a procurar en el espíritu del chisme, mudando y perverso, vás a procurar ayuda para tener sabiduría de cómo actuar.
La palabra no puede ser ignorada: “Si tu hermano peca contra ti, corrija en particular, solo ..” Si no dio cierto la conversación, vamos nuevamente, como le dice, procurar una orientación a la sabiduría de la Iglesia. Es eso que la palabra de Dios está diciendo, que no podremos perder el hermano, no importa lo que él tenga hecho. No es para ignorarlo porque el hermano, como yo y usted, necesita de corrección. Vamos a ganar el hermano en el espíritu de caridad, esto es fundamental.
Jesús dice que donde dos o tres estuvieron reunidos en su nombre, es el medio de nosotros que Él estará. Como necesitamos reunirnos en nombre del Señor.
Hoy, estamos reunidos en nuestras iglesias para celebrar la eucaristía. Es gracia, es el momento por excelencia de la presencia del Señor. Por favor, reúna más como familia, entre amigos, en nombre del Señor. No haga reuniones y encuentros para promover chismes, para hablar de la vida de los otros, no promueva reuniones y chismes para agitar los espíritus malignos en el medio. Reúna en nombre del Señor para que El estea siempre más en el medio de nosotros.
Dios te bendiga
