19 Sep 2019

Nos falta amor y misericordia para con el prójimo

“Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor” (Lc 7, 47)

Esta una de las pasajes más bellas de todas la Sagrada Escritura. Jesús estaba en la casa de Simón, un fariseos, que le ofreció comida, que acogió a Él en su casa, pero quien acogió Jesús, de verdad, en su corazón, fue la mujer que tenia como pecadora. Ella sabía que Jesús estaba a la mesa y fue al encuentro de Él, se tiro a los pies de Él, lloro a los pies de Él y, con sus lagrimas, lavo los pies del Señor; después, con sus propios pelos, seco los pies del Maestro, beso los pies de Él y dio todo amor de su corazón a Jesús.

No sé que vida esta mujer tenía, pero, con seguridad, por ser llamada de pecadora, ella era comprendida por la normativa de la época como mujer de la vida, como meretriz o cualquier mujer que tenía un comportamiento así. Ella dio su cuerpo para que los hombres sintiese placer por medio de ella. Ahora, sin embargo, ella no quería más nadie usando y abusando del don sagrado que era su cuerpo. Si algún día ella dio su cuerpo para el pecado, ella estaba dando su cuerpo para la gracia, por eso ella se tiro entera a los pies de Jesús.

Las señales son lindos: primero, las lagrimas de arrepentimiento, de contrición, lagrimas de dolor que el pecado causo en el corazón. Esta lagrimas no van para el mundo, ella tiro estas lagrimas a los pues del Señor. Después, el amor, que fue demostrando por el pelo que seca los pies de Jesús. El amor demostrado por el beso, cuando ella besa los pies del Señor para decir: “Este es el amor de mi vida. No es más la vida que viví”.

Nos falta amor y misericordia para con los demás, nos falta mucho amor a Jesús en el gesto y en las actitudes

Simón juzgo: “Jesús no conoce esta mujer, no supo quien esta tirando a los pies de Él”. Es nuestra manía o nuestra poca conversión de juzgar las apariencias, de juzgar las personas. Ella, en realidad, demostró gran amor, por eso logro la profundidad del perdón de Dios, porque demostró mucho amor. Simón mal cumplimento Jesús, mal le dio los osculum santos.

Sabe, nosotros que vemos que no necesitamos de conversión, que creemos que ya somos santos y mejores que los demás, nos falta mucho amor y mucha misericordia para con los demás, nos falta mucho amor a Jesús en el gesto y en las actitudes.

A veces, las personas que ya son de la iglesias, incluso la forma de participar de la Misa es indiferentes, están volando, se sientan atrás y tampoco prestan más atención. Piensan que no necesitan más, porque fueron convertidas, son santas y tampoco tiene más compasión para con el próximo, porque ya hicieran su parte.

Tomemos cuidados, porque muchos pecadores rechazados por nosotros, como dijo Jesús, nos precederán en el Reino de los Cielos.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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