“Diríjanse más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. A lo largo del camino proclamen: ¡El Reino de los Cielos está ahora cerca! Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos y echen los demonios. Ustedes lo recibieron sin pagar, denlo sin cobrar” (Mt 10, 6-8).
Jesús esta enviando los Suyos para que lleven, anuncien y proclamen el Reino de Dios. Así como Él envió Sus apóstoles y discípulos, Él también nos envía. Y es importante que primero necesitamos ir como Él mando los Suyos, las ovejas perdidas de la Casa de Israel.
Sabe, mis hermanos, aún hay muchas ovejas perdidas dentro de nuestra propia casa, de nuestra propia familia. Aquel dictado de que “Santo de casa no hace milagro”, que “El profeta no es bien acepto en tu casa”, ha sido un amuleto para muchos no llevar la Palabra de Dios para los suyos.
Es un error que cometemos, porque de nada vale dejarnos nuestras obligaciones, viajar hasta el otro lado del mundo para llevar el Evangelio, si no llevamos para los nuestros.
Tenga, en te tiempo del Adviento, un propósito muy seguro; hacer el Reino de Dios ocurrir en tu casa
En este tiempo de gracia que estamos viviendo es para congregarnos y agregarnos. Agreguemos y congreguemos los nuestros. Hay padres y madres que aún no consiguen reunir sus hijos para hacer una oración ni en el momento de la comida. Hay padre y madres que dejaran de lado sus hijos. No desistan de ellos porque crecieran, porque están casados; no desistan de los suyos de ninguna forma. Tenemos muchos a anunciar, pero el primero anuncio es para los nuestros.
Por eso, tengamos, en este tiempo de Adviento, un propósito muy seguro: hacer el Reino de Dios ocurrir en nuestra casa. ¿Tu deseas hacer la Novena de Navidad? Haga primero, por los menos un día la novena con tu casa, con tu familia.
Sé que, cuando llega el final del año, todo mundo comienza a preparase para las fiestas de Navidad. Me disculpa, pero nuestras fiestas de Navidad esta quedando muy paganas, porque todo mundo se preocupa con lo que comer, con lo que beber, con la ropa roja o branca que va usar, pero nadie se preocupa con la evangelización, menos aún con la persona que Cumple Años.
Por eso, prepararse para la Navidad no es solo compra regalos, no es hacer los niños criar aquella expectativa de que el Papa Noel va llegar y trae regalos para ellas. Salga de eso, de la ilusión, del error, del engaño, y lleva la evangelización; después, los niños crecen solo con sentimientos materialistas, y cuando se recuerdan de la Navidad, se recuerdan del regalo que ganan, pero no del regalo de dar, no de la vida que el Señor nos trajo. Por eso es tiempo de evangelizar y, por favor, comencemos a evangelizar los nuestros.
¡Dios te bendiga!
