15 Nov 2021

Que podamos ver la vida con la mirada de la gracia

“¿Qué quieres que haga por ti?”. “Señor, que yo vea otra vez. Y Jesús le dijo: “Recupera la vista, tu fe te ha salvado” (Lc 18, 41-42).

¡Me gusta mucho de este relato del ciego de Jerico! Él me hace reflexionar lo que nos lleva (lo que nosotros vemos) convertirnos ciegos. En realidad física, tu ves que muchas personas que veen bien, después de un tiempo, ya no veen tan bien; la propia edad, a veces, la falta de cuidado o un accidente… Sin embargo, fisicamente, incluso hace poco tiempo, yo veía todas las cosas, pero, ahora, la edad llego, y tengo que usar gafas para poder ver.

Ese ciego esta pidiendo para ver de nuevo. ¡Él ya no esta viendo más nada! Pero miro para el mundo espiritual, miro para la realidad emocional y mental de la vida en que vivimos; no es solo la mirada física que vamos perdiendo con el tiempo; vamos, muchas veces, perdiendo la visión sobrenatural, la visión de la gracia; pasamos tener una visión tan mundana y tan humana de las cosas, que no vemos más las cosas con la mirada de la gracia, con la mirada de Dios.

Necesitamos aprender con ese ciego que nosotros necesitamos ver de nuevo, ver con la mirada de la gracia para que la vida no se convierta una desgracia

Hay personas, incluso, que viven en otra dimensión, solo veen desgracias, solo veen cosas malas, cosas amargas, es de acuerdo con lo que él tiene en la visión. Si tu visión de vida es pesimista, todo que tu ves es en la mirada del pesimismo. Si, al conversar con esta persona, nada sirve, nada va funcionar (pero tu estas bien), ella te pone para bajo, porque ella solo consigue ver las cosas negativas. La persona que paso por una frustración y no fue curada, todo ella ve en la óptica de la frustración, ella se frustro y quiere llevar también los demás a ver la vida como una gran frustración.

Mirando para ese ciego, me pongo también de rodillas a los pies de Jesús suplicando: “Jesús, Hijo de David, por favor, dame la gracia de ver de nuevo. Ver Su presencia, ver Su amor, ver Su acción, ver Su misericordia. Dame la gracia de ver mis virtudes, la posibilidad de superación que necesito tener a cada día”.

Que belleza son las personas que saben, mismo viviendo situaciones complicadas en la vida, ver la vida a partir de una otra óptica. Es aquella persona que sufrió un accidente y puede mirar para ese accidente con una tragedia, o ella puede mirar para él como una posibilidad de superación. Veo personas, muchas veces, accidentadas o con alguna debilidad física viendo la vida mejor que las personas que tiene dos piernas, dos brazos, pero están ciegas para todo, viven siempre reclamando, siempre amargo, viven mirando las cosas, y esta todo muy mal.

Que belleza ver aquella persona que vive en una vida, muchas veces, materialmente pobre, pero en todo ve la gracia, en todo ella alaba, en todo ella ve la bondad, la mano de Dios, la acción de Dios y sabe recomenzar. Que belleza es aquella persona que tiene poco para vivir, pero ella tiene una mirada de compartir, de amor y de bondad que todo para ella se convierte grande.

Que mezquindad es aquel que tiene todo en la vida, pero para él nada sirve, nada sabe ver de una óptica de bondad, él no sabe ver la necesidad del otro, no sabe repartir lo que tiene, él vive se amargando, vive estropeandose porque vive murmurando.

Necesitamos aprender con ese ciego que nosotros necesitamos ver de nuevo, ver con la mirada de la gracia, para que la vida no se convierta una desgracia; mirar con la mirada de Dios para que nuestra vida sea guiada en la óptica de la fe y de la gracia.

¡Dios te bendiga!

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