09 Mar 2018

Entreguemos a Dios la primacía del amor

Dios es aquel que pone orden en todas las cosas cuando damos la primacía del amor a Él

“¡Escucha, Israel! El Señor nuestro Dios es el único Señor. ¡Amaras al Señor tu Dios de todo corazón, de toda tu alma, de todo tu entendimiento y con toda tu fuerza! El segundo mandamiento es: ¡Amarás a tu prójimo como a ti mismo! No existe otro mandamiento mayor que estos” (Mateo 12, 29-31).

Jesús nos señala una cosa muy importante para la vida (….) No hay mandamiento mayor que amar el Señor Nuestro Dios.

“Escucha, Israel”, decía Jesús. Para amar el Señor es necesario escucharlo. Pensamos que amar es solo un sentimiento; algunos dicen: “Yo tengo un sentimiento de amor muy grande por Dios”. No te olvides que los sentimientos muchas veces engañan, porque hay momentos que estamos muy bien y otros para abajo.

Es importante sentimos, pero es muy importante que los sentimientos sean instruidos y conducidos por una verdad. Y la verdad que conduce nuestros sentimientos hacia Dios es la capacidad de escucharlo. Escuchar no es simplemente decir “¡Escuché!, oír es saber escuchar y practicar.

Tiene aquel hijo que dice: “Muy bien, voy hacer lo que mi padre mandó”, pero no hace. Escuchó pero no puso en practica.

La practica del amor de Dios consiste en cada día, como un buen discípulo, levantarse, quedar en silencio las voces que están saliendo de nosotros para que escuchemos la dirección de Dios. Para que dejemos Dios calmar, poner en orden los propios sentimientos del alma y corazón, muchas veces, desordenados, desequilibrados; voces que están gritando dentro de nosotros.

Dios es aquel que pone orden en todas las cosas cuando damos la primacía del amor a Él. Si nuestra vida se encuentra en desorden es porque la primacía del amor esta desordenada, existen otros amores mayores o más importantes que el amor de Dios en nuestro corazón y en nuestra vida.

Cuando amamos a Dios sobre todas las cosas, amamos a nosotros mismos. Amar a sí mismo es cuidar de nosotros, querenos bien. No es un amor egoísta ni egocéntrico. Es un amor de cuidado, de ternura, cuidado y de esta forma como amamos a nosotros mismo, amamos también nuestro hermano.

No amamos nadie de forma egoísta, no amamos el otro por causa de nosotros mismos; amamos el otro porque él necesita ser amado, amamos con amor libre, desinteresado, con amor eterno y caridad, con amor que Dios ha puesto dentro de nuestro corazón.

Que el amor a Dios sobre todas las cosas nos enseña a nosotros amarnos y que aprendamos a amarlo sobre todas las cosas.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.