24 May 2022

Eleva tu corazón al encuentro del Padre

“Sin embargo, les digo la verdad: les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes. Pero si me voy, se lo enviaré” (Jn 16, 7).

Miren, Jesús esta hablando de Su partida, Él esta hablando de Su ascensión para junto de Dios. Sabemos que, dentro de unos días vamos celebrar, en nuestra Iglesia, justamente la Solemnidad de la Aascensión del Señor: Jesús que se eleva al Cielo y va para junto de Dios. En esta Ascensión de Jesús, tenemos Su partida, Su ausencia, tenemos un momento vació, la falta de Jesús, cosas que podrían causarnos miedo, causarnos una molestia.

Porque Jesús, aparentemente, se va, Él va volver para el Padre. ¿Y como ahora nosotros vamos quedar? Seguramente, estas cosas pasaran en el corazón de los discípulos y, muchas veces, ellas están en nuestro corazón.

Vamos entender bien: la falta de una persona que nosotros amamos, nosotros sentimos profundamente. Muchas veces, cuando, talvez, tu has pasado por la experiencia de peder una persona muy querida – “perder” aquí, en el sentido que hablo, es la experiencia de muerte, que no es una pierda como nosotros la concebimos porque es solo una pasaje.

Cuando tu haces una experiencia dura en tu vida, una tribulación que hace que tu pierdas el sentido, estos sentimientos que viven en tu corazón hablan de estas realidades que los discípulos también experimentaran. Jesús estaba diciendo a Sus discípulos: “Es necesario que yo me vaya para que tu puedas recibir el otro paraclito”. Ahora, lo que Cristo hace con nosotros es un poco como el padre o la madre hacen con un bebé que esta aprendiendo a caminar. En el comienzo, el padre y la madre, toman ese bebe por la mano, caminan con él, pasan esta seguridad, pero el padre y la madre, poco a poco, tiene que ir dejando la mano de este bebé, para que él pueda caminar con sus propias piernas.

Existe un potencial oculto dentro de nosotros; y, cuando Jesús vuelve para el Padre, Él esta nos dando la posibilidad de traerlo

Lee más: 
.:El Dios que sana el corazón y de la alegría
.:El Señor esta cerca del corazón atribulado

Este “quitar la mano”, cuando Jesús también sube para el Padre, parece producirnos, provocarnos una determinada incomodidad, pero es justamente en este momento que experimentamos un determinado aprendizaje. Qué podría ser traumático, se convierte un aprendizado, porque el niño tiene inicialmente un miedo – todos nosotros pasamos por eso – el trauma, el miedo de caer, de dañarse, pero después eso se convierte aprendizaje porque aquel niño va aprender a caminar.

Existe un potencial oculto dentro de cada uno de nosotros; y, cuando Jesús vuelve para el Padre, justamente Él esta nos dando la posibilidad de traer nuevamente ese potencial. Jesús aparentemente se ausenta para que nosotros aprendamos ahora a experimentar una nueva forma de presencia, que no pasa por sentimientos, que no pasa por las consolaciones, pero que pasa por una madurez de fe sabiendo que Jesús esta presente.

No va existir Pentecostés sin la Ascensión de Jesús, no va existir ese ardor misionero, esa expansión del Evangelio sin la Ascensión de Jesús. Entonces, pasemos por esa experiencia, experimentemos un poco ese crecimiento, esta madurez. Si tu estas pasando por sentimientos así, permanezca con Jesús, permanezca en la presencia de Él, porque es una madurez de fe para cual el Señor quiere seguir todos nosotros.

Sobre todos vosotros, la bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.