¡Hay una multitud de niños que necesitan de nosotros, convertinos siervos!
“El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado” (Mc 9, 37).
El Evangelio de hoy nos trae enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo. Pero voy coger aquel que es esencial: quien quiere convertirse el primer, el mayor: se convierte siervo, el último de todos.
Es una lección para la vida. Porque, en un mundo de competiciones, (donde valle quien es el más recordado, quien se siente grande) el discípulo de Cristo no puede buscar las grandezas del mundo. Lo que ennoblece un discípulo de Cristo es saber servir al otro; es la vida de humildad – la “pequeña vía” – como nos enseña Santa Teresa del Niño Jesús.
La pequeña vía, en realidad, es el camino del alma que se contenta con las cosas pequeñas y no esta en búsqueda de las grandezas humanas. El camino de la pequeña vía es hacerse niño. El niño que se conforma con la belleza de la existencia, que no se deja llevar por el orgullo, por las vanidades de la vida.
Por eso, Jesús coge un niño, la pone en medio de ellos y abraza. Abrazar un niño quiere decir abrazar la pureza, abrazar la vía y el camino de la humildad. “Quien acoge en mí nombre una de estos niños, es a Mí que esta acogiendo”.
Somos hoy llamados por la Palabra de Dios no solo convertir nuestro corazón para la pureza para la inocencia, para los valores que los niños enseñan a vivir, pero también, somos llamados a acogerlo y jamás desperezarlas.
Piense en cuantos niños de nuestro amor, acogimiento y ayuda. No piense solo en los niños que son tus hijos, las acoge en primer lugar. Pero sepamos que, en el mundo en que vivimos, hay una multitud enorme de niños que no tiene infancia, no tiene lo que comer, como estudiar y tampoco como vivir.
Es nuestro papel, cristiano y discípulos del Maestro Jesús, acoger, ayudar, encaminar y cuidar de nuestros niños. Todas las veces que hacemos eso, estamos cuidando, acogiendo y amando el Maestro Jesús.
¡Dios te bendiga!