“Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando” (Mc 16, 9 -10).

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¡Mi hermano, mi hermana, mira solo la maravilla que, hoy, la Palabra de Dios nos trae! Jesús, al resucitar en el periodo antes del amanecer, aparece para aquella de quien él había expulsado muchos demonios, para mostrar la fuerza de la Resurrección, pero, más que eso, mis hermanos, quiero traer para ti algo que trae el corazón de este Evangelio: desapegar de nuestras tristezas y revestirnos de la alegría. ¿Por que? Porque esta mujer tenía todos los motivos del mundo para estar apegado en lo que ella ha vivido antes de hacer la experiencia personal con Cristo, porque ella era usada por las personas, por los hombres, era objetivo de placer en la mano de ellos; entonces, en el corazón de aquella mujer, por más que ella gane dinero, por más que ella quiera satisfacer de placer en la mano de ellos; entonces, en el corazón e aquella mujer, por más que ella gane dinero, por más que ella cumpla sus placeres carnales, en el corazón de ella había una gran tristeza y una gran herida.

Más quien hace la experiencia personas con Jesús sae de aquella situación de tristeza y viene para una situación y una dimensión de alegría. ¿Por que? Quien hace experiencia con Cristo se desapega de la vida vieja, se desapega de aquello que causa dolor, de aquello que causaba dolor, de aquello que causaba tristeza y nos llevaba al pecado.

Perciba que esta mujer, que fue llevada por la gracia de Dios, fue la primera a anunciar que Jesús resucito, porque no estaba apegada más en su vida vieja. Ahora, una vez llevada por la gracia de Dios, una vez que se encontró personalmente con Jesús, y, después, reconoció a Él en Su resurrección, su vida ahora transmite paz y alegría.

Desapega de tu vida vieja y va anunciar el Cristo, que trae para cada uno de nosotros vida nueva

¿Lo que tu vida tiene transmitido? ¿Una vez que tu has experimentado Jesús, una vez que yo, Padre Ricardo, he experimentado Jesús, lo que hemos transmitido para las personas, una vida de tristeza o una vida de alegría? Porque, mis hermanos, aquel que hace la experiencia personal con Jesús anuncia la victoria del Resucitado en su vida; y todo puede, mis hermanos, ahora traer una novedad.

Y esta novedad, mis hermanos, es para aquellos que han visto el Resucitado. ¿Tu has visto el Resucitado? Quiero decirte, mi hermano, tu puedes ver a Él, todos los días, en la Eucaristia, porque ella es la memoria de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

¡Cuantas personas no se importa más con la Eucaristia y siguen conectadas en su vida vieja! Mi hermano, mi hermana, quien hace la experiencia con la Eucaristia no puede más vivir como una persona que no encontró el Resucitado.

¿Cómo tu vives hoy? ¿Cómo tu estás hoy? Quiero provocar tu corazón como Jesús provoco esta mujer, pues, una vez provocada, ella fue anunciar. Quiero decirte: desapega de tu vida vieja y va anunciar el Cristo, que trae para cada uno de nosotros la vida nueva. Me desapego de la vida vieja para anunciar la vida nueva. Ir y anunciar: ¡Resucito!

Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!