05 Mar 2021

Dejemos el Reino de Dios producir frutos en nuestra vida

“Ahora yo les digo a ustedes: se les quitará el Reino de los Cielos, y será entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos” (Mt 21, 43).

Nosotros tenemos orgullo de hacer parte del Reino de Dios, orgullo de sernos de Dios, pero tomemos cuidado, porque, si el Reino de Dios no produce frutos en nuestra vida, él nos fue quitado y vamos, a los pocos, perdiendo el Reino de Dios, porque estamos con una visión mundana incluso de las cosas de Dios.

Vamos cometiendo lo que el pueblo y muchos del pueblo de Dios también cometieran en la Palabra. Ellos despreciaran los profetas, despreciaran quien venía hablar en nombre del Señor. Cuando se dice “despreciar los profetas” es despreciar la corrección de Dios, es despreciar el Dios que corrige, guíaba, hablaba y guiaba Su pueblo.

Estamos siendo guiados por nuestro ego, estamos siendo gobernados por nuestra voluntad, estamos siendo llevados por nuestros sentimientos y afectos. Estamos siendo llevados por los impulsos de nuestro corazón y no por la dirección que el propio Dios quiere darnos.

Aquí es necesario buscar la condición de la humildad, porque el pueblo que era de Dios no solo fue capaz de despreciar los profetas, los patriarcas, los que vieran hablar en nombre de Dios, pero fueran capaces de despreciar el propia Hijo de Dios. ¿Y por que rechazaron a Él? ¿Por qué despreciaran a Él? Porque fueron molestados.

Si el Reino de Dios no produce frutos en nuestra vida, él nos fue quitado

¡Que belleza cuando la Palabra de Dios nos molesta! ¡Que belleza cuando la Palabra de Dios nos quita de nuestro comodísimo y de nuestro egoísmo! ¡Que belleza cuando la Palabra de Dios rompe dentro de nosotros las sentencias del juicio que creamos, formamos y alimentamos dentro de nosotros! ¡Que belleza cuando la Palabra de Dios nos quita de visiones cerradas y distorsionadas que nosotros mismos alimentamos en la vida!

Que trágico cuando no dejamos la Palabra de Dios libertarnos. Que trágico cuando no permitimos que la Palabra de Dios nos liberte de nuestro propio ego Que trágico cuando rechazamos la Palabra de Dios en función de religión que creamos, de la creencia que formamos y, especialmente, cuando manipulamos Dios y Su Palabra en favor de nuestros propios intereses. Dios va siendo rechazado, la Iglesia va siendo rechazada, quien no comulga conmigo voy excomulgando y voy formando la religión de mis conceptos.

La Palabra de Dios hoy es, por encima de todo, una invitación a la conversión, a producirnos frutos que muestren un corazón convertido, frutos de la humildad y de la sumisión a Dios, para que Él no sea rechazado por nuestras actitudes.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.