Jesús escuchó la pregunta y respondió: “Jesús los oyó y dijo: «No es la gente sana la que necesita médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan lo que significa esta palabra de Dios: Me gusta la misericordia más que las ofrendas. Pues no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»” (Mateo 9, 12-13).
Querido hermano y querida hermana, en este primero día del mes de julio, nosotros contemplamos, en el Evangelio, el llamado de Mateo, y Mateo que ya se convirtió un apóstol del Señor delante del llamado que Nuestro Señor hizo: “Sígame”.
Y Mateo llevo Jesús a su casa y allí, por supuesto, él estaba con sus amigos. ¿Quién eran los amigos de Mateo? Aquellos que trabajaban con él. ¿Quién era Mateo? Era un cobrador de impuestos, era alguien mal visto por la sociedad y mal visto por los hombres de su raza, por aquellos que eran de su raza. Él no era bien visto, pero él fue llamado por el Señor, porque el Señor ha visto sus actitudes, ha visto su corazón y vio el potencial en Mateo para ser un evangelizador.
mateo, entonces, se pone a disposición del reino e invita sus hermanos, que son también cobradores de impuestos, que es también pecadores, para estar con JEsúsl. Y por eso el cuestionamiento de los fariseos: “Él come con los pecadores”, y JEsús puede entonces dar esta respuesta que nosotros escuchamos: “No son aquellos que tiene salud que necesitan de medico, pero sin los enfermos”.
El Señor vino llamar los pecadores para que dejasen de ser pecadores. Responda también al llamado del Señor
Lee más:
.:¿Cómo ser un verdadero siervo del Señor?
.:El Señor está con nosotros
El señor vino para los enfermos, el Señor vino para los pecadores, el Señor vino para ti, el Señor vino para mí. Y Él vino llamarnos para la santidad, el Señor vino llamar los pecadores para que dejasen de ser entonces pecadores, como llamo Mateo. ¡Responda también al llamado del Señor!
¿Te sientes pecador? ¿Te sientes excluido? Dios no te exclui. Jesucristo no te excluye, pero Él te llama. Y te llama también para ser un apóstol de la misericordia así como Mateo fue un instrumento en las manos de Neustro Señor para llevar la misericordia a sus amigos. ¿Quien son sus amigos? ¿Quien son sus conocidos?
El Señor vino para ti que eres pecador, para ti que estas enfermo. Y en nuestra sociedad, nosotros conseguimos percibir: todos nosotros estamos enfermos, sea en el cuerpo y principalmente en el alma. Que el Señor pueda sanar mi corazón, que e Señor pueda sanar tu corazón. Él ha venido para los pecadores, Él vino para ti. Toma posesión de la bendición, de la cura, de la gracia de Dios, y sea también instrumento de cura para los tuyos.
Sobre todos vosotros, la bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!
