“También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre” (Lucas 11,9-10).
¡Mi hermano y mi hermana, como es importante la vida de oración, como es importante entrar en comunión con Dios! Pero esta comunión no se da de forma automática, es necesario tiempo, es necesario insistir, es necesario buscar siempre estar en contacto con el Señor.
El Señor contó esta pequeña parábola para hablar sobre esta insistencia que alguien va hasta un amigo y pide a él un pan en un momento que no es adecuado, en un horario en que él molestaba, porque había llegado una visita en su casa.
Y Jesús dijo que este amigo incluso dona el pan para ese otro amigo, no por la amistad, pero por causa de la molestia, por causa de la inconveniencia. Y así el Padre del Cielo hará con aquellos que buscar a Él.
Mis hermanos, si, en el mundo, nosotros conseguimos conquistar las cosas también por la insistencia, por la molestia, con Dios también debe ser así. Por supuesto que nosotros no conseguiremos molestar a Él, Él no va ofenderse con nosotros, pero Él desea que nosotros llamemos en Su puerta, que nosotros pidamos a Él, que nosotros insistamos con Él. No es por causa de Él, pero es por causa de nosotros.
Es necesario tener insistencia, persistencia y perseverancia en la vida de oración
Cuando nosotros pedimos, buscamos, llamamos, la promesa del Señor es: “Recibirán”, “Encontraras”, “La puerta se les abrirá”. Pero es porque es necesario tener insistencia, persistencia y perseverancia en la vida de oración.
El beneficio de nosotros pedirnos, buscarnos, llamarnos, no es de Dios, es nuestro. El mayor beneficiado soy yo, es tu, si insistirmos. ¿Por qué? Eso me va llevar, eso me va llevar a ti caminar con Él, a estar con Él.
El Señor no desea que nosotros pidamos solo una vez, que nosotros llamamos solo una vez, pero que nosotros insistimos. si nosotros queremos muco, debemos buscar mucho, y so que el Señor nos enseña.
Entonces, busquemos mucho el Señor, busquemos el Señor. Él desea darnos Sus favores, Sus dones, Sus gracias. Pero es necesario caminar, es necesario llamar, pedir, insistir para que Él pueda darnos Sus favores.
Sí, y que Él nos conceda Sus favores, Sus gracias. No solo las gracias — por supuesto — materiales, gracias de comodidad, de eso y de aquello, pero la gracia de la perseverancia y de la santidad. Vamos perseverar pidiendo esa gracia, y que ese beneficio que nosotros recibimos pueda ser un beneficio también para los nuestros.
Pide, insista, busque, viva la Palabra. El Señor nos da, nos da Sus favores si nosotros fuimos persistentes, si nosotros somos perseverantes.
La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!