“Y llegó a Capernaum; y cuando estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino? Mas ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre sí, quién había de ser el mayor. Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos” (Mc 9, 30-37).

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Mis hermanos y mis hermanas, en este día de hoy, en este martes, nosotros seguimos con el Tiempo Común. Seguimos con el Tiempo Común en la vida de la Iglesia. Nosotros estamos en la septima semana. Hicimos aquella pausa para el periodo cuaresmal y ahora volvemos hasta el periodo del Adviento. El color es el verde. ¿Es el tiempo de la esperanza y Cristo es nuestra esperanza, por eso, vamos con él madurar? Vamos con Él renovar nuestras fuerzas.

Jesús ya puso una pregunta a nosotros en esta vuelta del tiempo común: ¿Qué andan charlando a lo largo del camino? ¿En otras palabras, que ocupa los diálogos de ustedes mientras caminan como mis seguidores? Camino aquí es Hodos, es decir, la vía de Cristo, el seguimiento de Cristo. Jesús quiere saber si existen caminos paralela en nuestra vida. Si existen desvío de finalidades en nuestros caminos.

Mayor es aquel que sirve

Los discípulos quedan callados, es decir, alguna cosa ellos están ocultando y algo causa verguenza y mudez. El asunto de ellos era quien era el mayor, quien era el mega. Seguramente vinieran muchas comparaciones mediocres en el corazón de los discípulos como quien ha visto Jesús primeiro, quien queda más tiempo cerca de él, quien tiene más tiempo de comunidad, quien gana las tareas más importantes, quien hace más seguidores, quien junta más ofertas, quien predica mejor, quien tiene más dones extraordinarios y etc.

Es una gran lista que esta oculta dentro de mí y dentro de ti que muchas veces desviamos nuestra mirada de Cristo y la lección fue muy clara: quien quiere ser el primer, el primer en el reino del cielo, es decir el diakono, esta aquí en la traducción aquel que sirve, que se preocupa primer con el bien del otro, aquel que ayuda quien esta en dificuldades, aquel que alimenta el hambriento, que pone ropa en el desnudo, que visita quien esta en el cárcel y etc.. Ese es el primero en el reino del cielo y nosotros debemos buscar este lugar porque este lugar nos garante la vida eterna.

Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!