“En aquel tiempo, Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes” (Lc 8, 1-3).

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Mis hermanos y mis hermanas, el Evangelio de hoy habla del grupo feminino que estaba en el seguimiento de Jesús. Cristo rompió drásticamente con una mentalidad reinante en Su época. Y si alguien osar decir que el cristianismo es contra la libertad de las mujeres, esta y otras pasajes bíblicas, deberían ser profundizadas, porque es una mentira. De hecho, Jesús rompió una mentalidad, Él ha dado dignidad para las mujeres, ha restituido la dignidad que ellas siempre tuvieran a los ojos de Dios.

Jesús es fruto de un vientre bendito, Él fue alimentado por senos benditos. Jesús fue educado por una mujer bendita. ¡Jesús nunca ha excluido las mujeres! El relato es muy claro: “Ayudaban Jesús y a los discípulos con los bienes que tenían”, y eran mujeres importantes. Ayudaban la Iglesia de la época, las benefactor, las socias del club de la Evangelización, las acogedoras, las madres espirituales que nosotros tenemos en los tiempos de hoy. Seguramente, estas mujeres ya habían madurados lo que era seguir Jesús, lo que era servir y ponerse a servicio del Señor.

Jesús es fruto de un vientre bendito, Él fue alimentado por senos benditos. Jesús fue educado por una mujer bendita

Son mujeres, aquí, presentadas: curadas de sus males, de sus pecados, de sus errores y, ahora, están dispuestas a servir Cristo. Serán aquellas mujeres valientes que estarán al pie de la cruz de Jesús, que entrarán en el sepulcro antes del periodo del amanecer, van hacer todo lo que los discípulos hombres aprenderán después y con mucho más tiempo y mucho más costoso. De hecho, las mujeres maduran antes de nosotros, hombres; eso es un datos psicológico, pero también en el discipulado y en la realidad espiritual, no fue diferente.

Las mujeres maduran más rápido en el seguimiento de Jesús. Por eso, Jesús no te preocupes en dar funciones de poder o poder de las llaves para las mujeres, porque para ellas importaba sobre la relación con Cristo; estar con Él era el más importante. Ellas ya habían entrado en la iglesia por la puerta delantera, que era Jesucristo, y ya sabían lo que pertenecia a la Iglesia de Él. Por eso, hoy, basta mirar nuestras comunidades, la composición mayoritaria de las mujeres. Las mujeres, de hecho, entendieran muy bien lo que es seguir Jesucristo y ponerse a servicio del Reino.

Hoy, una bendición toda especial sobre todas las mujeres, aquellas que hacen la evangelización ocurrir, que dan la vida debido el Reino de los Cielos independientemente de la función que ocupan, ellas piensan unicamente en servir Jesucristo.

Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¡Amén!