03 Feb 2025

Casa de demonios

“En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos. Apenas salió de la barca, un hombre poseído por un espíritu impuro, que salía de un cementerio, fue a su encuentro. Este hombre vivía entre las tumbas, y nadie conseguía atarlo, ni siquiera con cadenas. Muchas veces había sido atado con grilletes, pero él rompía las cadenas y quebraba los grilletes. Y nadie era capaz de dominarlo. Día y noche vagaba entre las tumbas y por los montes, gritando y lastimándose con piedras” (Marcos 5,1-20).

Sutilezas del diablo

Hermanos y hermanas, un hombre que vivía entre las tumbas es el episodio del Evangelio de hoy. Cuando el texto dice “vivía”, el término usado aquí, “katoikesis”, es el acto de sentarse, de fijar residencia. No se refiere solo al aspecto físico de la vivienda, sino, sobre todo, al aspecto espiritual.

¿Dónde estaba la vida de aquel hombre? Aquel ser humano había perdido el aliento de vida. Ya no era un viviente, pues yacía entre los muertos. Su existencia ya cargaba con esa lápida sepulcral.

Seguramente han ido a un cementerio. Allí es un lugar honorable, de depósito de cuerpos, que ya no tienen vida. Y sobre las tumbas se colocan las lápidas con las fotos de la persona, la fecha en que murió.

¡Vean lo que el mal hizo con aquella persona! Lo sacó de la convivencia de los vivos y lo puso entre los muertos.

Aquel hombre se volvió solitario, preso a cadenas. Gritaba, se hería, dice el texto. Noten los niveles de compromiso con el mal, y las formas de influencia hasta el estado de posesión diabólica. Porque el demonio no posee a alguien de la noche a la mañana, de una sola vez. Son las pequeñas concesiones que la persona le va dando y que le permiten apoderarse de las capacidades de esa persona: capacidades mentales, intelectuales. Y los espíritus malignos, según el texto, eran muchos. Una legión, dice.

Bien, si los cerdos a los cuales los espíritus fueron expulsados eran aproximadamente dos mil, y considerando que una legión romana tenía alrededor de tres mil soldados, la deducción que hacemos no es buena. Aquel hombre se convirtió en una casa de demonios.

La expresión es fuerte, lo sé. No me gustaría ni siquiera decirlo, pues la doctrina sobre los demonios, sobre el mal, no debe ocupar el centro de nuestras predicaciones, homilías y sermones. Cristo es el centro. Pero no podemos negar el nivel al que llegó este hombre.

Mucha atención a las sutilezas del demonio en el tiempo actual, porque es muy astuto.

El final del episodio no es dramático, porque es la victoria de Cristo sobre el demonio, porque Cristo es emperador.

Ningún poder maligno supera el poder de Cristo. Por eso, sirvamos al Señor y a nadie más. Y entreguemos nuestro corazón enteramente al Señor, para que el Espíritu Santo nos posea y hagamos en todo la voluntad de Dios.

Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Amén!


Padre Donizete Heleno Ferreira

Padre Donizete Heleno Ferreira é Brasileiro, nasceu no dia 26/09/1980, em Rio Pomba, MG. É Membro da Associação Internacional Privada de Fieis – Comunidade Canção Nova, desde 2003 no modo de compromisso do Núcleo.

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.