“El respondió: «¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera” (Lucas 13,2-3)
Mis hermanos, fueron presentadas aquí dos situaciones para Jesús, por cuenta del pecado de un grupo y de otro grupo.
Algunos galileos murieron porque cometieran un crimen y Pilatos los condenó, y el otro grupo murió por cuenta de una torre que cayó. Por un lado, algunos que murieron por culpa, otros que murieron por una fatalidad. Y esta situación fue presentada a Jesús, que, entonces, dejó claro para ellos: “¿Mira, ustedes piensan que ellos eran más culpados? ¿Ustedes piensan que ellos sufrieran por causa del pecado que ellos cometieran?”. Y Jesús quisó quitar un poco eso del pensamiento de ellos y llamarlos a la conversión, llamarnos a la conversión.
Cuando nosotros miramos para el mundo y verificamos también: personas que pecaran, personas que hicieran el mal y, por eso, fueron condenadas y murieran, por causa del pecado, por causa del pecado, por causa del mal que hicieran, y personas que, por una fatalidad, vinieran a morir. Tanto un grupo cuanto el otro, Nuestro Señor quisó llamar la atención: “Mira, muchos más que el pecado que ellos hicieran y por eso ellos sufrieran por causa del pecado, todos nosotros somos llamados a la conversión”.
Mientras tienes tiempo, busque la conversión. Ellos no son más culpados por causa de eso o por causa de aquello, pero todos nosotros debemos buscar la conversión. El Señor llamó la atención para eso los invito a la conversión.
Mientras tienes tiempo, busque la conversión, porque la muerte es correcta para todos nosotros
¡Aún hay tiempo, busque la conversión! Aún hay tiempo, por eso, no pierda tiempo. Busque la conversión, busque ponerlo en primer lugar. Mientras hay tiempo, busque, mis hermanos, la conversión, porque la muerte es correcta para todos nosotros; ella es correcta, entonces, busquemos la conversión.
después, Jesús aún contó una parábola de una higuera sembrada en una viña y la higuera no estaba dando frutos, por eso, el jefe quería retirar aquella higuera, pero el vinatero, aquel que estaba cuidando de la viña y de la higuera dijo: “¡No! Espera más un poco. Aún no”.
Mis hermanos, ese vinatero es Jesucristo, que esta aún dando más un tiempo para que yo y tu, para que nosotros, convertamonos. Aún hay tiempo, para volver para el Señor. ¡Aún hay tiempo, volvámonos para el Señor!
Hoy, conmemoramos la memoria de San Juan Pablo II. Papa, un gran Santo de nuestro tiempo, un hombre que no perdió tiempo, que sufrió, tuvo incidentes en su vida. Perdió madre, perdió padre, perdió amigos; vivió allí en tiempo de guerra, la Guerra Mundial — Primera Guerra Mundial, después la Segunda Guerra Mundial, también tuvo que enfrentar —, pero fue alguien que permaneció firme en Dios, fue un gran ejemplo y es un gran ejemplo para cada uno de nosotros.
Cuando nosotros miramos para San Juan pablo II, también recordamos que fue alguien que uso de misericordia, ha perdonado y propagó la misericordia. Fue alguien que defendía la vida, debemos tambíen defender la vida. Fue alguien que ha defendido las familias, los jóvenes.
Mis hermanos, ao mirarnos para la vida de San Juan Pablo II, no perdamos tiempo con cosas fútiles, pero busquemos el Reino de Dios, busquemos agradar a Dios. Aún hay tiempo, busque el Señor hoy, mañana y siempre.
La bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!
