En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Jn 14, 1-3).
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Amados hermanos, hermanas, la gracia de la Resurrección que nosotros estamos viviendo, compartiendo, trae para nosotros algo muy importante, el cristiano que tiene su confianza en Jesús no te perturbes, no viva en la angustia, no vive como si Dios hubiese olvidado de nosotros. Muchos cristianos ha vivido de esta forma, ha olvidado de Dios, y no Dios olvidado de cada uno de nosotros. Por eso el corazón te perturba, por eso el corazón se angustia, por eso, hoy, nosotros vemos muchas depresiones, ansiedad que muchas personas están viviendo, porque quien no tiene paz en el corazón, la paz interior que solo Cristo puede dar, vive perturbado interiormente, preocupado: “¿Cómo va ser mi día de mañana? ¿Cómo voy vivir si pierdo el empleo? o vive un problema dentro de su matrimonio, una enfermedad que llega.. Y eso va perturbando el corazón, y eso, mi hermano, muestra desconfianza en el amor de Dios, en Su misericordia. Entonces, cuando Jesús habla eso, es porque Él sabe lo que se pasa dentro de nosotros: “No se turbe vuestro corazón”
Existe una frase de una santa que habla: “No se turbe vuestro corazón, nada te aterrorice. Todo pasa. Solo Dios basta”. ¿Si nosotros entendemos que solo Dios basta, nosotros vivimos mas em paz. ¿Y el demonio que, realmente, hacer con nosotros? Quitar nuestra paz. Y cuando él quita nuestra paz, él pone en el lugar el desespero, y el desespero lleva muchos a quitar su vida, porque no encuentran más sentido, porque viven en soledad, se sienten solos. Pero eso es el artificio del demonio para que no creamos que Dios cuida de nosotros. ¡Dios cuida de nosotros! Pero, muchas veces, queremos, de forma palpable, racional, entender eso. ¡No!
Todo pasa. ¡Solo Dios basta!
Desde el momento que traemos paz a nuestro corazón, sabemos que Dios esta caminando con nosotros. Jesús ya dijo varias veces en el Evangelio: “No tengas miedo”. El miedo es también donde el demonio va entrando y va, de forma taimado, minando nuestra fe, nuestra confianza en Dios.
Por eso, mi hermano, mi hermana, como Jesús dijo aquí, quiero hablar para ti como sacerdote: “No se turbe vuestro corazón. Ten fe en Dios, ten fe en mí también” Jesús esta diciendo: tenga fe, no desespere, manténgase firme. El sufrimiento va pasar, el mal tiempo va pasar, los vientos contrarios van pasar, la enfermedad va pasar. Todo pasa. Solo Dios basta.
¡La Palabra de Dios nos habla que Cielos y Tierra pasarán, pero mi palabra no pasara! Entonces, quiero pedir para ti, ahora, mi hermano, abre tu corazón para esta verdad: Dios esta contigo, Él no abandona a Él, y porque Él te ama profundamente, preparo un lugar en la eternidad. Tu no va más mirar, tu no va tener más dolor, no va tener la muerte, porque nosotros seremos todo en Dios, y Dios va todo en nosotros. Por eso no turbe vuestro corazón. ¡Que Dios te bendiga!
Sobre todos ustedes, venga la bendición del Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Amén!