“En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de la Galilea, llamada Nazaret, a una virgen, prometida en matrimonio a un hombre llamado José. Él era descendiente de Davi, y el nombre de la Virgen era Virgem Maria (Lucas 1,26-27) 

Hoy es día 25 de marzo, celebramos con toda la iglesia la fiesta de la Visitación, la visita de Dios a la humanidad, a partir de la presencia del ángel Gabriel en la vida de la Virgen Maria. De 25 de marzo a 25 de diciembre, tenemos nueve meses calculados, pero, de aquí en adelante, tenemos una marca de entrada de Dios en la historia de la humanidad. De aquí para adelante, tenemos la entrada de Dios en nuestra historia. 

Porque al entrar en la historia de la Virgen Maria, de esta hermosísima criatura, nosotros también contemplamos la entrada de Dios en nuestra historia personal. Dios también nos visitó y quiso comenzar con nosotros un lindo camino, una linda historia de salvación. Entonces, hoy, también es el día de contemplar nuestro encuentro personal con Dios, la iniciativa amorosa de Dios en nuestra vida. 

El padre leyó solo en inicio del relato de aquel episodio en que el ángel Gabriel llega en la presencia de la Virgen Maria, trayendo aquella belleza de encuentro de dos libertades: la libertad de Dios que proponemos, que escoge, que elige, y la libertad humana que responde a esta iniciativa de Dios. 

Dios no obligó a la Virgen Maria, a decir su sí, pero Él provocó el corazón de Ella; Dios tocó la libertad de la Virgen Maria, que es la libertad de todos nosotros. Constantemente, en nuestra vida, esto ocurre: el encuentro de dos libertad. Dios nos propone, El nos quiere para El, Dios llamanos a estar cerca de Él, pero la respuesta es nuestra, es personal, la respuesta depende de mí, y depende de usted. 

Dios quiere involucrarnos en su proyecto de amor, Él quiere envolvernos en su propia vida. 

El anuncio que el ángel hace no es apenas una troca de informaciones, el ángel Gabriel no es solo un porta voz porque, en la Biblia, en la presencia del ángel es la presencia del propio Dios. Entonces, lo que el ángel Gabriel trae es la propuesta de un proyecto, no simplemente informaciones, sino un proyecto que envuelve la vida de la Virgen Maria. Todas las veces que Dios nos visita no es por acaso, Dios no quiere simplemente hablar alguna cosa en nuestro corazón, pero Él quiere envolvernos en su proyecto de amor, El quiere envolvernos en su propia vida. 

En un lenguaje muy actual, aquel “si” de Maria, el Fiat de Maria es como un juego,Maria dió el juego para que empezase, en la historia de la humanidad, la historia de la redención de la humanidad, a partir de su sí de la encarnación del verbo de Dios: “Es aqui la sierva del Señor”

Hoy, también somos invitados a iniciar este juego, a dejar que Dios empiece con nosotros una historia de amor, que Él entre en nuestra vida, que Él ocupe todas las áreas de nuestro corazón. El regalo de la fiesta de hoy es, de aquello que ocurrió con la Virgen Maria y a cada uno de nosotros, es aceptar aquello que Dios propone, mismo en el medio del miedo, mismo en el medio de la confusión, porque la Virgen María también presentó sus dudas, la Virgen Maria también dialogó con el Angel Gabriel. 

Entonces, acepte el proyecto de Dios, mismo en medio de la confusión y del medio. “Es muy difícil Señor, dar este paso”, pero de este paso porque el proyecto de Dios, es la historia de la salvación, es la redención para nuestra vida, es una esperanza nueva, es un camino nuevo que abre delante de nuestros ojos. No tenga miedo, diga su si, diga con la Virgen Maria: “Es aquí la sierva del Señor, hágase en mi segundo tu voluntad” 

Sobre todos nosotros, la bendición de Dios todo poderoso. Padre, hijo y Espíritu Santo. Amém