24 Oct 2021

Abramos nuestros ojos para ver la gracia de Dios

“¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!” (Mc 10, 47).

El ciego, hijo de Timeo, Bartimeo, además de ciego también mendigaba y estaba siempre allí sentado a la orilla del camino, Mismo ciego él “vio” Jesús. Pero, ¿cómo has visto? Él vio Jesús por la mirada de la gracia porque muchos que tenía dos ojos (fisicamente viendo todo), no estaban viendo la presencia de Jesús. De la misma forma, somos nosotros quien vivimos en el mundo en que estamos y, muchas veces, no vemos lo que necesita ser visto, no vemos unos a los otros, no vemos la gracia de Dios que esta aqui en nuestro medio.

El grito de Bartimeo necesita ser nuestro grito: “Jesús, hijo de David, ten piedad de mí, porque no veo, no veo tu Reino, no veo tu gracia ocurriendo aquí en nuestro medio”. Aquí es una actitud, incluso, de humildad, porque fue eso que ese ciego tuvo: mucha humildad. Cuando él clama para que Jesús tenga misericordia y compasión de él, él esta reconociendo sus miserias, pero, al mismo tiempo, él esta proclamando que Jesús es el Mesias, que Jesús es el Señor, que Jesús es la luz que sus ojos necesitan por encima de todo.

No vemos, por encima de todo, la dirección, la luz, la gracia de Dios para actuar en nuestra vida

Lee más y conozca:
.:Conservar la vida en la gracia para obtener frutos sobrenaturales
.:Con la gracia de Dios, somos una fuerza incontrolable

A veces, creemos que la luz esta en nosotros, que la gracia esta en nosotros. ¡Disculpa, pero no vemos como deberíamos ver! Gracias a Dios, tenemos cualidades, dones, capacidades; ningún de nosotros es incapacitado para el bien, todos nosotros tenemos capacidad de hacer y practicar el bien, pero hay un problema: no vemos el bien que podemos hacer, vemos mucho los defectos y los problemas, la vida de los demás; y no vemos todo, la dirección, la luz, la gracia de Dios para actuar en neustra vida.

Batimeo vio Jesús, él vio su propia miseria, él no estaba allí como un pobre infeliz para decir: “Yo he quedado ciego”, él no estaba allí con el sentimiento de culpa y tampoco de acusación, pero de profunda contrición, suplicando misericordia, perdón, suplicando la compasión del corazón de Jesús.

Es necesario salir del victimismo, es necesario salir de aquella actitud de pobre infeliz, es necesario salir de aquella actitud que nosotros mismos, muchas veces, tomamos para que los demás miren para nosotros como si fueramos víctimas del mal del mundo, de las personas, y nos comportamos en la actitud activa de reconocer que somos pecadores, débiles, necesitados de misericordia divina e implorar que, así como Jesús abrió los ojos de Bartimeo, el Señor abra también nuestros ojos para ver Su gracia, Su presencia en nuestro medio y, así, ver unos a los otros, como necesitamos muchas veces ver y no vemos.

Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.