04 Jul 2020

Abramos nuestro corazón para el nuevo de Dios

“Y nadie echa vino nuevo en recipientes de cuero viejos, porque si lo hacen, se reventarán los cueros, el vino se desparramará y los recipientes se estropearán. El vino nuevo se echa en cueros nuevos, y así se conservan bien el vino y los recipientes” (Mt 9, 17).

La provocación del Evangelio de hoy es porque los fariseos están criticando Jesús, porque ellos ayunan dos veces por semana, y estaban observando que Jesús no. Jesús estaba comiendo cuando era para ayunar.

Pero Jesús ayunaba sí. En el inicio de Su ministerio publico fueron 40 días de ayuno, pero no es el ayuno, no es la penitencia por la penitencia, no es la oración por la oración, pero es el ayuno que liberta el corazón, la penitencia que renueva los sentimientos, la oración que nos pone en comunión con Dios.

Muchas veces puede hacer penitencia porque tiene conveniencia, para decir: “Yo soy una persona penitente”, e incluso se siente héroe porque practica la penitencia. Tu ayunas porque haz con ese propósito: “Con ayuno, alcanzar aquello” y, muchas veces, tu rezas y tu oración es porque tu ya acostumbra hacer o porque quiere esperar algo de esta oración.

Eso es mentalidad vieja y atrasada, es mentalidad mundana dentro de nuestros sentimientos religioso. Porque toda practica religiosa debe guiarnos a la renovación interior. Muchas veces, ayunamos y nos convertimos personas más gruesas, egoístas, soberbias y orgullosas. Muchas veces rezamos y nos convertimos peores que las personas que no rezan.

El Evangelio es buena nueva y nos convierte nuevos a cada día cuando acogemos con el corazón nuevo

La oración esta viniendo de fuera para dentro y de dentro para fuera, la oración no esta partiendo del corazón; la oración esta partiendo de otras intenciones.

Para que la gracia nueva de Dios este en nosotros, es necesario también que el corazón sea nuevo. Es necesario que los recipientes para poner el vino, para que él no se pierda, sean nuevos para que el vidrio no se rompa y el vino se conserve nuevo. Para que la gracia de Dios, que es siempre nueva, nos renueva a cada día, es necesario que tengamos postura y mentalidad nueva.

No importa la edad que tu tienes, pero no te quedes preso aquella mentalidad del hombre viejo que siempre piensa así, de la misma forma y del mismo modo. No sea aquella persona que quedas pensando, que no consigues dialogar, que no consigue absorber el nuevo. No sea aquella persona que no consigue entrar en el corazón del otro, porque has cerrado mucho en si mismo, en tus conceptos y preceptos, que has llenados de preceptos, porque el mundo es de su forma, es como tu crees. Muchas veces, pasamos en la iglesia 30, 40 años y no nos renovamos, porque nos pegamos a las practicas religiosas y creemos que ellas nos salvan. No tenemos amor, misericordia, capacidad de dialogo y conversa.

Miremos como las relaciones se rompen como el recipiente viejo se rompe, porque no se abre para la gracia del nuevo. Por eso, el Evangelio es buena nueva y nos convierte nuevos a cada día cuando acogemos con el corazón nuevo.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.