“Entonces se le acercaron los discípulos de Juan y le preguntaron: «Nosotros y los fariseos ayunamos en muchas ocasiones, ¿por qué tus discípulos no ayunan?» Jesús les contestó: «¿Quieren ustedes que los compañeros del novio estén de duelo mientras el novio está con ellos? Llegará el tiempo en que el novio les será quitado; entonces ayunarán.” (Mt 9, 14-15)
Hoy es viernes, del Cuaresma, un día de ayuno, y el Evangelio habla de burlar ese principio, de infringir esa regla que los fariseos ya vivian muy bien. El ayuno era muy bien hecho.
¿Quién se acerca de Jesús? Son los discípulos de Juan el Bautista, pero ellos eran muy rígidos, un grupo muy selecto y severo en las prácticas espirituales, especialmente la práctica de la penitencia, del ayuno e de la oración. Es una tentación seguir a un santo e creerse santo, porque, Juan el Bautista no creía en eso. Juan el Bautisra era muy cierto en la vivencia del ayuno, hasta que cuando estaba en el desierto, se ponía a comer saltamontes e miel, se vestia con ropas de paño. Pero Juan no tenía esa rigidez.
Vivir con radicalidad y coherencia la vida moral y espiritual es muy bueno, pero creer que las prácticas exteriores son el suficiente no es. Ellas deben ser hechas con el corazón. Entonces, ¡muy peligroso! Seguir a un santo e creerse santo es un peligro! No es solo vivir como un discípulo de Juan el Bautista pero también coger el Espíritu de Cristo que él cogió.
Que la gracia del Señor enseñe a nosotros sobre el verdadero ayuno
Hoy las personas quieren vivir bien y feliz con sus cuerpos. ¿Por que, entonces, ayunar? “¿¡El ayuno hasta puede ayudar a adelgazar, para salir bien en una foto, no es verdad!? “Ayuno detox”, “ayuno intermitente”, ayuno, ayuno, ayuno… Actualmente el ayuno es muy conocido y divulgado, pero, ¿cual es el espítiu del ayuno? ¿El espíritu cristiano del ayuno? ¡Cuidado!
Así que Jesús presenta el ayuno como una relación. Por eso la imagen del esposo. Jesús es el esposo, la razón del ayuno. Yo me quedo sin alguna cosa que quiero para acordarme del lugar del esposo en mi vida. No sólo dejo mi estómago vacío, pero también mi miente y mi corazón para que Jesús tenga todo ese espacio. Por medio del ayuno, mis ojos son abiertos a los hermanos que sufren, y mi corazón se queda más manso en la caridad. El ayuno es una relación con Jesús y nunca puede ser una práctica espiritual vacía… hay que llevarme a una relación más intensa com Cristo y con mis hermanos.
Que la gracia del Señor, en esa Cuaresma, enseñe a nosotros sobre el verdadero ayuno, el verdadero espíritu cristiano del ayuno que necesitamos ofrecer.
Sobre todos vosotros, la bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¡Amén!