“¿Qué palabra es esta? El manda en los espíritus impuros, con autoridad y poder, y ellos salen” (Lucas 4,36)
Estamos contemplando el poder de la palabra de Jesus, en la verdad, Jesus es la palabra viva y encarnada, la palabra eterna del padre. La palabra de Dios tiene poder y autoridad, es como debemos rendir a la palabra de Jesus, porque pasamos por tantas situaciones inquietantes en la vida, que perturban nuestra propia existencia.
¿Quién puede calmar los demonios que atormentan, las inquietantes que hierven dentro de nuestro ser? La palabra de Jesús tiene poder, y la palabra Aquel es Él mismo en acción, expulsa a espíritos impuros.
Este hombre que estaba en la sinagoga poseído por un espíritu impuro, vió que los espíritus impuros comenzaran a gritar cuando vieron a Jesús, y ellos mismo dijeron: “Usted vino para destruirnos? “Yo sé quién eres? El hijo de Dios, el Santo de Dios”, y Jesús amenazando les dijo: “Callate y sale de ahí”.
Los espíritus impuros están ahí con los sentimientos impuros, con la mirada impura actuando y perturbando nuestra vida.
La palabra de Dios quiere expulsar de nuestra vida todos los espíritus son impuros que están gritando dentro de nosotros. Y no son pocos, tienen mucho miedo, rencor, rabia, resentimiento, decepciones y inquietantes que están gritando dentro de nosotros; nuestras vanidades que perturban a cada día, las maldiciones que entran en nosotros y muchas veces, no la percibimos.
Los espíritus impuros están ahí con sentimientos impuros como la mirada impura actuando y perturbando nuestra vida y nuestra existencia. Necesitamos rendirnos al poder de Jesús y al poder de la palabra de Dios, porque la palabra del no solo creía, como hizo en el principio criando todas las cosas, como creía un corazón nuevo, un espíritu nuevo dentro de nuestro ser, pero la palabra de él expulsa lo que es malo.
El mal huye, teme y no resiste la Palabra del Señor nuestro Dios. Por eso, es una provocación y un cuestionamiento en nuestra vida: ¿Cuál es el lugar que la palabra de Dios ocupa en nuestro corazón? ¿Cuál es el lugar que la palabra de Dios ocupa en nuestro ser?
Si los demonios temen y huyen de la palabra de Dios, no podremos fugir de ella, tenemos que refugiar, llenar y poner de centinela de la palabra, para que ella esté en nosotros. Está en nuestro corazón a todo momento para que ningún tormento esté en nuestra alma. La palabra de Jesús es poderosa y a ella queremos rendirnos.
Dios te bendiga
