24 Jan 2022

La división convierte tu vida insignificante

“¿Cómo puede Satanás echar a Satanás? Si una nación está con luchas internas, esa nación no podrá mantenerse en pie. Y si una familia está con divisiones internas, esa familia no podrá subsistir. De igual modo, si Satanás lucha contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, y pronto llegará su fin” (Mc 3, 24-26).

Una de las mejores técnicas para combatir el enemigo es demonizarlo; basta transformar alguien en un demonio, en un mal absoluto para terminar con todo. Intentaran hacer eso con Jesús, diciendo que Él estaba poseido por el espíritu de Belcebú, y esta sería una forma de mantener todas las personas lejos del Señor.

Cuando se habla en demonio, quedamos espantados inmediatamente, tenemos mucho miedo. ¡como es triste cuando alguien transforma el otro en un demonio! Como es doloroso cuando alguien esparce la debilidad de una persona, cuando expone el pecado de alguien, una limitación, un error, cuando se propaga la fama de alguien o va denegrir la fama de alguien! Cuando hace con que todos miren para aquella persona como si ella fuera solo el mal, como si ella no tuviese más posibilidad de redención ni de salvación. ¡Es muy triste!

Muchas veces, nosotros descubrimos dentro de nosotros este mal terrible. Incluso el mal para funcionar, él sabe que necesita unirse de alguna forma. Por supuesto que el diablo es siempre, por excelencia, el divisor, pero para ser eficaz él actúa con unidad, de forma compacta, sin división. El mal forma lo que nosotros llamamos de “asociación criminal”, el mal se une justamente para tener una eficacia, para lograr tu objetivo.

No podemos dejarnos destruir, autodestruir por causa de división

¡Cuantas veces, dentro de nosotros, existe esta maquinación, esta tendencia para arquitectar el mal! Cuantas veces, dentro de nosotros, calculamos, juzgamos, planeamos el mal, pensamos el mal de alguien y, muchas veces, nosotros incluso usamos otras personas para hacer el mal. Tenemos que tener el coraje, hoy, de poner la luz de Cristo en estas tinieblas que nos afectan.

¿Cómo yo dije, si el mal para funcionar sabel cual estrategia usar, porque nosotros no entendemos y no actuamos de la misma forma para hacer el bien? Si nosotros pensamos lo que debilita todas nuestras experiencias del bien, se llama “división”. La Iglesia se convierte insignificante por causa de la división entre nosotros cristianos, la familia se convierte un infierno cuando ocurre la división, nuestras comunidades se convierten estériles por causa de la división.

Mira este texto de la Escritura: a partir de la experiencia del mal, él nos revela que incluso el mal, los demonios hacen asociaciones para lograr tus objetivos, y nosotros no podemos dejarnos destruir, autodestruir por causa de la división.

Vamos pedir, hoy, al Señor que la fuerza de Su palabra produzca, en nuestros corazones, la gracia y el don de la unidad, de la comunión. Que te unas a alguien para hacer el bien. para pensar el bien, para hablar bien de alguien, para construir la comunión y la fraternidad. ¡Que el Espíritu del Señor nos de esta gracia!

Sobre todos vosotros, la bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu santo. ¡Amén!

Pai das Misericórdias

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